Poeta - Escultor - Músico
Nacido
en Puerto Gaboto, Argentina en 1897; (Gaboto: fue el primer asentamiento
hispánico de Argentina, en 1527 fue levantado en este mismo lugar el Fuerte Sancti
Espíritu por el español Sebastián Gaboto).
De
origen humilde, vivió en un rancho con techo de paja; conociendo las costumbres
rurales, los fogones, las guitarreadas el manejo del cuchillo, sumado a un
carácter bohemio de vocación artística ávido lector se manifiesta con capacidad
poética.
La
escuela fiscal de Gaboto solo llegaba hasta tercer grado; toda
su posterior formación es autodidacta; en su vida llevó a cabo variados oficios
y vivió en diferentes sitios; en la ciudad de Rosario, formó parte del
escuadrón policial de seguridad, rematador, peón de estancia, encargado de un
bar en Resistencia, mayordomo de un campo y finalmente poeta y tallista.
Quedó muy joven viudo y bastante y solitario.
Durante
la década de 1930, participa activamente en Chaco juntos a los artistas e
intelectuales de la región.
En
1945, en la vivienda de Aldo Boglietti, de calle Brown en Resistencia Chaco;
surge la idea de fundar el “Fogón de los
Arrieros”; un centro tradicionalista, con un objetivo solidario y fraternal
para dar acogida a los hacedores de la Cultura; reconocido mundialmente.
La casa original fue transformada en un moderno
edifico, lugar de encuentro de artistas, poetas, gente de la cultura.
Acumula
obras de plásticos, poetas y creadores de todos los ámbitos.
En
la entrada están la silla de paja, el taller rudimentario, las gastadas
herramientas y la mayoría de las tallas.
Las
cualidades de la talla en madera, las descubrió en 1932 de manera casi
accidental; a partir de un trozo palo de “guayaibí "(madera dura de la
región chaqueña), regalada por un arriero para que se hiciera un bastón
criollo.
Con
un cortaplumas convirtió la parte más gruesa del madero en la cabeza de un
paisano.
Colaboraba
con revistas literarias de Rosario, en Buenos Aires logró trabajo en la revista
“Nativa”, donde escribía Ricardo
Rojas y vinculada con artículos de pintores como Cesáreo Bernaldo de Quirós Fernando
Fader o José Malanca.
A
sus viajes lo acompañaban sus precarias herramientas, junto a una mesa, la
silla de paja y un baúl con sus pertenencias.
Realizó
una basta producción de obra poética de características campestre y
costumbrista.
A
partir de 1932, inicia una intensa actividad escultórica llevando a cabo unas 500 tallas de madera, especialmente de “curupí”,
capturando la tipología humana del mundo rural argentino.
Sus
obras fueron expuestas en Buenos Aires y ciudades el interior Argentina; luego
de su fallecimiento recorrió las
principales capitales de Europa y Nueva York.
En
1954 se enfermó en un viaje a Mendoza; se trasladó a Rosario para someterse a
una intervención quirúrgica en el Sanatorio Británico.
Falleció
en Rosario, el 4 de abril de 1954.
A
partir de esa fecha “4 de abril" de cada año y en su homenaje, el “Fogón de los Arrieros” en Resistencia,
Chaco, inicia su temporada Cultural.
Se
inicia en la talla con herramientas rudimentarias y simples: cortaplumas,
cuchillo y el machete. Elije el “curupí”,
madera blanda que le facilita la talla; algunas están realizadas en “palo santo”.
Las
obras realizadas en pequeña escala, con una altura entre los veinte y los
cincuenta y cinco centímetros; a estas las denomina “tapes”; muchas policromadas.
A
medida que van surgiendo las nuevas obras se hace notoria la experiencia
lograda a través del manejo del material, las herramientas y los lenguajes
expresivos.
Pocos
trazos necesitaba para mostrar una figura humana con toda la carga expresiva.
Aparecen
representados los diferentes personajes de la región, en su ambiente y diversas actitudes: el jinete montado en su
caballo, una pareja bailando, el borracho, bebiendo el mate, el cura.
Sin
ser creyente, talló varios Cristos siguiendo las características formales y
expresivas de su obra: El decía: “Representa
"al Cristo Hombre, al que todos llevamos adentro". Picasso en su
colección privada atesora uno de ellos.
Temática
Identificado
con nuestra tierra y empatía con lo “criollo”; le permitío interpretar y
expresar de manera creible desde las profundidades, ese mundo.
Se
valió de símbolos de arraigo nacionales y del contexto Americanista.
Vivió
y conoció los usos y costumbres, el
carácter y la ideología del campo: indios, criollos y gauchos desfilan en sus
trabajos.
Pero
las obras cargadas de estados anímicos, poseen una intencionalidad más allá de
la representación; todo sufre una creativa deformación que es la que atrae y
produce otra lectura de la forma, no hacia la burla agresiva por lo grotesco, sino
un sutil humor saño y sabio para reaccionar y reflexionar.
En
algunos trabajos aflora un humor negro que también cultivó este hombre triste
que ironizaba a la muerte sin tenerle miedo.
La
misma temática la llevó a cabo en la Pintura, pero no alcanzó la contundencia
lograda en la tridimensión; finalmente la deja de lado.
Una
íntima relación entre lo trágico y lo cómico, donde no faltan los gauchos
festivos o trágicos de Florencio Molina Campos
Predomina
un elemento de exageración y distorsiones caricaturezcas de las figuras de tipo
"populista", una búsqueda en lo más profundo del espíritu de los
seres marginales.
En
la última etapa las formas se simplifican y geometrizan.
Algunos
han encontrado ciertas semejanzas de su obra a las del dibujante y pintor Florencio
Molina Campos, (cuyos dieños se hicieron conocer a travéz de los “Almanaques de Alpargatas”.
Ambos
se basaron en similar temática, la de gente humilde, de tierra adentro, en su
ambiente. Sin sarcasmo ni burla; simplemente capturando el mismo humor y
picardía inocente de esa gente.
Etapa inicial
Figuras
simples, rudimentarias, muy estáticas resueltas en un solo volumen, las figuras
muestran grandes pies y grandes manos. Más gestos que expresión.
Sus
personajes encarnan las diferentes jerarquías sociales: el caudillo del pueblo, la autoridad representada por el policía,
el mateador, una mujer sosteniendo la escoba, el paisano tocando la guitarra.
En esta etapa sus tallas se diferencian no solamente porque debe recurrir a materias ajenos a la madera; está presente el artesano sobre el artista-escultor y la resultante de su producción está más próxima a muñecos de madera.
Una
resultante más grotesca que caricaturesco; cabezas de gente conocida de la
estancia; completada con cabellos, bigotes de cerda, partes cubiertas como ponchos y frutos a modo de sombreros.
Es
de observar mayor perfeccionamiento en el uso del material y la representación de
las figuras con mayor armonía.
Pone
de manifiesto el conocimiento y la sensibilidad adquirida como seguramente también
ha interpretado los mensajes de la crítica.
La talla se cierra en su mundo interior en función de una necesidad expresiva; logra la significación a través de la síntesis.
Sus
figuras ahora son unidades en sí mismas, desaparecen los elementos accesorios.
Obras
cargadas de humanidad viven en la situación social, adquieren jerarquía,
personajes de la realidad distorsionados pero resignificados, no visto en lo
disparatado o ridículo.
Claros
ejemplos: la china con su galán, o el jinete con su caballo.
Es
cuando el artista tiene incorporado su oficio y es dueño de todas las posibilidades
con el material; solo le resta expresarse.
Recurre
a los mismos personajes, pero despojados de lo accesorio y efectismo.
Se
vale de formas geométricas sin intentar la representación realista, de alguna
manera Mena ha logrado ver como la metamorfosis del Mundo modifica al Hombre.
Artículo: Prof.\Lic.
Arnoldo Gualino