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miércoles, 26 de julio de 2017

CHARLES BAUDELAIRE


CHARLES BAUDELAIRE
Poeta, novelista y crítico de arte francés

Nacido en París
Cuando nació Charles en 1821, su madre Caroline Dufaÿs, tenía 30 años y su padre 60.
Joseph-François Baudelaire su padre falleció en 1827, cuando Charles tenía apenas cinco años. Dejó una pequeña herencia.

Su madre cambió de residencia y a menos de haber pasado dos años se casó con Jacques Aupick; que llegó a ser general comandante de la plaza fuerte de París.
*Baudelaire, foto tomada por Gaspard-Félix Tournachon, conocido como “Nadar” (Francés 1820-1910), fue fotógrafo, periodista, ilustrador, caricaturista y aeronauta. Fotografió a celebridades.

























*Retrato de su madre Caroline Dufaÿs y su padrastro Jacques Aupick.

Su familia en 1832 se traslada a Lyon, se inscribe en el “Colegio Real”, donde estudió hasta 1836, año en que regresaron a París. Fue su madre quien le enseñó inglés.
Continuó sus estudios en el “Liceo Louis-le-Grand”; expulsado en 1839 por indisciplina.







*Charles Augustin Sainte-Beuve 

En esa época lee a Charles Augustin Sainte-Beuve (francés 1804 -1869), crítico literario y escritor. Introductor del “Método crítico de Sainte-Beuve”, basado que la obra de un escritor era siempre el reflejo de su vida y podía ser explicada a través de ella.
André Marie Chénier (Estambul, 1762 - París 1794); poeta ejecutado durante el periodo del Terror de la Revolución francesa: por las características de su poesía es considerado entre los precursores del Romanticismo.

Chenier y Louis-Charles-Alfred de Musset (francés 1810 –1857), escritor y dramaturgo, de los primeros escritores en adoptar el estilo del romanticismo.









*Edgar Alan Poe, uno de sus escritores predilectos y que admiró.

En 1840 retorna a París inicia sus estudios de Derecho, en simultaneidad comienza a frecuentar a la juventud literaria del Barrio Latino y conoce a nuevas amistades, como Gustave Levavasseur y Ernest Prarond; Gérard de Nerval; Sainte-Beuve, Théodore de Banville; Honoré Balzac, Louis Ménard.
Finaliza sus estudios y obtiene el título universitario.
En 1848 estalló la revolución en Francia, movimiento sociopolítico en el que Baudelaire participó activamente.

Ese mismo año también fundó el periódico “Le Salut Publica” y comenzó a traducir al escritor estadounidense Edgar Allan Poe, tarea que le ocupó hasta 1865.













* Sarah "La Lauchette". Pintura de  Toulouse Lautrec
En su época de estudiante conoce a esta joven prostitut. No era bella, le puso de sobrenombre Louchette: es bizca, casi calva cubría su calvicie con una peluca. 

Boudelaire con 25 años se contagia del sífilis enfermedad que le causó años después la muerte.
Claramente su padecimiento es reflejado en las poesías, son verdaderas rebeliones, contra todo orden, moral y creencia. 
Expresiones de la realidad aparecen atormentadas y con toda crudeza.
Por ser mayor de edad, reclamó la herencia paterna, pero en breve tiempo dilapidó la mitad de la herencia; por lo cual su padrastro designó un notario para que administrase su patrimonio y le es asignada una pequeña renta mensual.

A inicios de 1845 tras las primeras consecuencias de la enfermedad intentó suicidarse. Como refugio comenzó a ingerir alcohol y drogas.









Su padrastro, el comandante Aupick, para alejarlo del equivocado camino del joven poeta, dispuso en 1841 realizara un viaje programado de 18 meses, rumbo Burdeos, para que embarque a los mares del sur y Calcuta, en compañía de comerciantes y oficiales del ejército.
En este periodo escribe uno de sus poemas más célebres "El Albatros"En la mitad del trayecto, en la isla de Mauricios, decide retornar a París y a sus relaciones con los grupos de poetas, artistas y prostitutas.
El mundo de las urbes modernas por entonces mostraba grandes acontecimientos y cambios.







*Pintura de Henri de Toulouse Lautrec. 
El “Mouline Rouge”, antiguo cabaret parisino. La vida nocturna de finales del siglo XIX.

Tal vez ignorando la fragilidad del ser, despierta en él una feroz rebeldía, e intensidad de consumir el tiempo. Se convierte en un noctámbulo refugiado en todos los vicios y placeres.
Boudelaire se reveló como el verdadero rostro de la ciudad moderna, como su seña de identidad, y en su obra se convirtió en el fundamento de una época lo que había sido una necesidad suya: la calle, la vida urbana, eran su refugio frente a problemas económicos y amorosos.








Honoré Balzac
Tuvo amistad con Honoré Balzac (francés 1799-1850); novelista representante de la “Novela Realista” del siglo XIX.
Baudelaire, obtuvo aportes literarios de los escritores Théophile Gautier, Joseph de Maistre (de quien reconoce que le había enseñado a pensar) y en particular a Edgar Allan Poe, a quien tradujo extensamente.
Algunos autores consideran a Baudelaire quien acuñó el término “Modernité”
para referenciar de manera crítica, al modo de la vida en la metrópolis urbana, y el ojo observador del artista para capturar dicho experiencia. 





*Richard Wagner, Músico y Director.

Por entonces inicia en la Crítica de Arte; publicando, un Ensayo “Le Salon de 1845”, es una referencia elogiosa a la obra de pintores como Delacroix y Manet, entonces todavía muy discutidos.
Excelente muestra de su trabajo como crítico son sus “Curiosidades estéticas”, recopilación póstuma de sus apreciaciones acerca de los salones, al igual que “El Arte Romántico” (1868), obra que reunió todos sus trabajos de crítica literaria.
Colaboró en revistas con artículos y poemas.
Fue de los primeros en realizar una crítica de una obra musical destacando la relacionada con el músico, director alemán Richard Wagner (1813-1883); a quien consideraba como la síntesis de un arte nuevo.
Los críticos sostienen que las posteriores corrientes musicales expresionistas e Impresionistas recibieron la influencia de este Wagner, al igual que la música contemporánea. 





*Retrato de Jeanne Duval, dibujado por el mismo Baudelaire
Jeanne (Haití 1820-París 1862) actriz, bailarina y modelo de ascendencia francesa y africana. él llamaba mi "Venus negra".
De regreso a París 
Baudelaire inicia una relación que durará 20 años, será su musa.
Persona sencilla, conflictiva y exuberante producía al poeta sentimientos ambivalentes de amor y odio.

Le escribe este poema
      "El vampiro" 
Tú que, como una cuchillada,
En mi corazón doliente has entrado;
Tú que, fuerte como un tropel
De demonios, llegas, loca y adornada,

De mi espíritu humillado
Haces tu lecho y tu imperio,
—Infame a quien estoy ligado,
Como el forzado a la cadena,

Como al juego el jugador empedernido,
Como a la botella el borracho,
Como a los gusanos la carroña,
— ¡Maldita, maldita seas!

He implorado a la espada rápida
La conquista de mi libertad,
Y he dicho al veneno pérfido
Que socorriera mi cobardía.

¡Ah! El veneno y la espada
Me han desdeñado y me han dicho:
"Tú no eres digno de que te arranquen
De tu esclavitud maldita,

¡Imbécil! — de su imperio
Si nuestros esfuerzos te libraran,
Tus besos resucitarían
El cadáver de tu vampiro!"























*Madame Apollonie Sabatier 
Fue una de las cuatro mujeres (Caroline, Jeanne Duval, ella misma y Marie Daubrun); sus flirteos más significativos que inspiraron la famosa obra de Charles Baudelaire , “Les Fleurs du Mal”, aquí representada en las obras del escultor, francés

 Auguste Clésinger. Talla en mármol “Mujer, mordida por una serpiente” de 1847; hoy en Musée d'Orsay y un busto.









*Retrato de Jeanne, 
amante del poeta. 
El pintor Eduard Manet, fue a realizar en 1862 el retrato de Jeanne al Hospital del hospicio de Dubois. 
El artista capturó su aspecto más triste, el de su enfermedad. Destaca la pierna izquierda inmóvil, por la hemiplejía y un principio intenso de ceguera que le apareció en 1859. (Museo de Budapest),









“Las Flores del mal”. 
El Poeta maldito
El 25 de Mayo de 1857, publicó su obra de poemas “Las flores del mal”, levanto mares de crítica y llegó a los fueros de la Justicia, por ofender la moral pública, por el contenido tan intenso de seis de sus poemas. Aún estos hechos no impidieron que la obra fuera reeditada.

El escritor y sus editores se presentaron ante la Sala 6ª del Tribunal del Sena acusados de ofensa a la moral pública. Estaban defendidos por el letrado M. Gustave Chaix d’est Ange.
El veredicto final determinó que no existió ofensa a la moral religiosa pero sí a la moral pública y a las buenas costumbres, condenándoles a la supresión de varios pasajes y al pago de diversas multas.

Esta condena no fue anulada hasta el año 1949, cuando la Sala Criminal del Tribunal de Casación dictó una sentencia revocando la condena y reivindicando la figura del genial literato francés.







*Paul Marie Verlaine francés 1844-1896), perteneciente al movimiento simbolista. Autor de los “Poemas saturnianos”, influenciados por Baudelaire, “Fiestas galantes”, fantasías evocadoras del siglo, “La buena canción”.

El concepto de Verlaine del “Poeta maldito”; fue en parte tomado del poema de Baudelaire llamado "Bendición", que inicia su libro “Las flores del mal”.

El uso de esta expresión y del término maldito, se generalizó luego para referirse a cualquier poeta, escritor o incluso a un artista plástico, que independientemente de su talento, es incomprendido por sus contemporáneos y no obtiene el éxito en vida; especialmente para los que llevan una vida bohemia, rechazan las normas establecidas, transgreden las reglas del arte como los convencionalismos sociales: desarrollando un arte libre o provocativo.


Bendición
Cuando, por un decreto de las potencias supremas,
El Poeta aparece en este mundo hastiado,
Su madre espantada y llena de blasfemias
Crispa sus puños hacia Dios, que de ella se apiada:

-“¡Ah! ¡no haber parido todo un nudo de víboras,
Antes que amamantar esta irrisión!
¡Maldita sea la noche de placeres efímeros
En que mi vientre concibió mi expiación!

Puesto que tú me has escogido entre todas las mujeres
Para ser el asco de mi triste marido,
Y como yo no puedo arrojar a las llamas,
Como una esquela de amor, este monstruo esmirriado,

¡Yo haré rebotar tu odio que me agobia
Sobre el instrumento maldito de tus perversidades,
Y he de retorcer tan bien este árbol miserable,
Que no podrán retoñar sus brotes apestados!”

Ella vuelve a tragar la espuma de su odio,
Y, no comprendiendo los designios eternos,
Ella misma prepara en el fondo de la Gehena
Las hogueras consagradas a los crímenes maternos.

Sin embargo, bajo la tutela invisible de un Ángel,
El Niño desheredado se embriaga de sol,
Y en todo cuanto bebe y en todo cuanto come,
Encuentra la ambrosía y el néctar bermejo.

El juega con el viento, conversa con la nube,
Y se embriaga cantando el camino de la cruz;
Y el Espíritu que le sigue en su peregrinaje
Llora al verle alegre cual pájaro de los bosques.

Todos aquellos que él quiere lo observan con temor,
O bien, enardeciéndose con su tranquilidad,
Buscan al que sabrá arrancarle una queja,
Y hacen sobre El el ensayo de su ferocidad.

En el pan y el vino destinados a su boca
Mezclan la ceniza con los impuros escupitajos;
Con hipocresía arrojan lo que él toca,
Y se acusan de haber puesto sus pies sobre sus pasos.

Su mujer va clamando en las plazas públicas:
“Puesto que él me encuentra bastante bella para adorarme,
Yo desempeñaré el cometido de los ídolos antiguos,
Y como ellos yo quiero hacerme redorar;

¡Y me embriagaré de nardo, de incienso, de mirra,
De genuflexiones, de viandas y de vinos,
Para saber si yo puedo de un corazón que me admira
Usurpar riendo los homenajes divinos!

Y, cuando me hastíe de estas farsas impías,
Posaré sobre él mi frágil y fuerte mano;
Y mis uñas, parecidas a garras de arpías,
Sabrán hasta su corazón abrirse un camino.

Como un pájaro muy joven que tiembla y que palpita,
Yo arrancaré ese corazón enrojecido de su seno,
Y, para saciar mi bestia favorita,
Yo se lo arrojaré al suelo con desdén!”

Hacia el Cielo, donde su mirada alcanza un trono espléndido,
El Poeta sereno eleva sus brazos piadosos,
Y los amplios destellos de su espíritu lúcido
Le ocultan el aspecto de los pueblos furiosos:

-“Bendito seas, mi Dios, que dais el sufrimiento
Como divino remedio a nuestras impurezas
Y cual la mejor y la más pura esencia
Que prepara los fuertes para las santas voluptuosidades!

Yo sé que reservarás un lugar para el Poeta
En las filas bienaventuradas de las Santas Legiones,
Y que lo invitarás para la eterna fiesta
De los Tronos, de las Virtudes, de las Dominaciones.

Yo sé que el dolor es la nobleza única
Donde no morderán jamás la tierra y los infiernos,
Y que es menester para trenzar mi corona mística
Imponer todos los tiempos y todos los universos.

Pero las joyas perdidas de la antigua Palmira,
Los metales desconocidos, las perlas del mar,
Por vuestra mano engarsado, no serían suficientes
Para esa hermosa Diadema resplandeciente y diáfana;

Porque no será hecho más que de pura luz,
Tomada en el hogar santo de los rayos primitivos,
Y del que los ojos mortales, en su esplendor entero,

No son sino espejos oscurecidos y dolientes!”


Poema XXXII. “Las flores del mal”, de C. Baudelaire
Una noche que estaba junto a una horrible judía,
Como a la vera de un cadáver, un cadáver tendido,
Me dediqué a pensar, cerca de aquel cuerpo vendido,
En la triste belleza de la que mi deseo se priva.

Me representé su majestad nativa,
Su mirada de vigor y de gracias armada,
Sus cabellos que le forman un casco perfumado,
Y cuyo recuerdo para el amor me reanima.

Porque yo hubiera con fervor besado tu noble cuerpo,
Y desde tus pies frescos hasta tus negras trenzas
Desplegado el tesoro de las profundas caricias,

Si, cualquier noche, con lágrimas derramadas sin esfuerzo,
Pudieras solamente, ¡oh reina de crueldad!
Oscurecer el esplendor de tus frías pupilas.









*Carta de Charles Baudelaire a Caroline Dufaÿssu madre del poeta.
Cada vez que tomo la pluma para exponerte mi situación, tengo miedo de matarte, de destruir tu débil cuerpo. Y yo estoy sin cesar, sin que tú lo sepas, al borde del suicidio. Yo creo que tú me quieres apasionadamente; ¡está tan ciego tu entendimiento, pero tienes tanta grandeza de carácter! Yo, de niño, te he querido apasionadamente; más tarde, obligado por tus injusticias, te he faltado al respeto, como si una injusticia materna pudiese autorizar una falta de respeto filial; y con frecuencia me he arrepentido, aunque, según mi costumbre, nada haya dicho. Ya no soy aquel niño ingrato y violento. Largas meditaciones sobre mi destino y sobre tu carácter me han ayudado a comprender todas mis faltas y toda tu generosidad. Pero, en resumidas cuentas, el mal ya está hecho, hecho por tus imprudencias y por mis faltas…
Lo tuyo es sólo el sacrificio. Menos razón que caridad. Yo te pido más, te pido, a la vez, consejo, apoyo, que nos entendamos completamente bien tú y yo, para salir de esto. Te suplico que vengas, que vengas, tengo los nervios al final de mis fuerzas, estoy a punto de que me falle el valor, a punto de perder la esperanza. Veo una continuidad en el horror. Veo mi vida literaria obstaculizada para siempre. Veo una catástrofe….







*iglesia de Saint Loup de Namur de Bruselas, Bélgica. 

Viaje a Bélgica
Durante 1860, en su cuerpo aparecieron las lesiones sobre su piel y dolores que calmaba con opio.
En 1864, se decidió trasladarse y residir con Jeanne en Bruselas, Bélgica.

Decide viajar a Bruselas, su objetivo interesar a un editor para imprimir su obra.
Consigue como sustento dictar tres conferencias de Arte sobre: Delacroix, “Gautier y Los paraísos artificiales”, con escasa asistencia de público.
Con cierto desconcierto, redacta un panfleto titulado ¡Pobre Bélgica!
En 1865 sufre una parálisis, que le deja una hemiplejia del lado derecho de su cuerpo. 
En 1866, sufrió un ataque en la iglesia de Saint Loup de Namur de Bruselas, Bélgica. 








*Tumba de Baudeliere en el Cementerio de Montparnasse, París, Francia

Su madre con quien siempre mantuvo un buena relación, lo hace trasladar a una clínica de París, permaneció sin habla pero lúcido hasta su fallecimiento el 31 de agosto de 1867.
Caroline Aupick, su madre favorece la edición de las Obras completas de su hijo en la editorial de Michel Lévy (1868-1870), preparada por el poeta Théodore de Banville y el escritor Charles Asselineau.
Baudelaire señaló también la fluidez y la volatilidad como símbolos distintivos de la Vida y el Arte de su tiempo; 
                            “Todo lo sólido se desvanece en el aire”.








Obras
Charles Baudelaire es considerado el padre, o, mejor dicho, el gran profeta, de la poesía moderna.
Logra relacionar en sus poemas la tradición y la innovación, propio del Romanticismo que dio inicio al siglo XIX.
Fue precursor del movimiento simbolista, del que formaron parte poetas como Arthur Rimbaud, Paul Verlaine o Stephane Mallarme.
Revolucionó el mundo de la literatura moderna, e influyó considerablemente en los llamados "Poetas malditos", nombre inventado por el poeta Paul Verlaine francés 1844 1896). Pero esto no significa que haya abandonado la esencia del romanticismo.

Su faceta en la crítica, obras tan importantes como “El Salón de 1845” (1845), “El Salón de 1846”, “El Arte Romántico” (1868).
 Ensayos se destaca “Los Paraísos Artificiales" (1860), libro centrado en el universo sensorial en base a experiencias con alcohol y las drogas.
El pintor de la vida moderna”, redactado entre 1859-1860 y se publicó en 1863,
Pequeños poemas en prosa" en 1860.
“Curiosidades estéticas", “El arte romántico",
En agosto 1868. “Epistolario” se publicó en 1872, los “Journaux intimes” (que incluyen “Cohetes” y “Mi corazón al desnudo”, en 1909; y la primera edición de sus obras completas, en 1939.




128. La destrucción De "Flores del mal":
A mi lado sin tregua el Demonio se agita;
En torno de mi flota como un aire impalpable;
Lo trago y noto cómo abrasa mis pulmones
De un deseo llenándolos culpable e infinito.

Toma, a veces, pues sabe de mi amor por el Arte,
De la más seductora mujer las apariencias,
y acudiendo a especiosos pretextos de adulón
Mis labios acostumbra a filtros depravados.

Lejos de la mirada de Dios así me lleva,
Jadeante y deshecho por la fatiga, al centro
De las hondas y solas planicies del Hastío,

Y arroja ante mis ojos, de confusión repletos,
Vestiduras manchadas y entreabiertas heridas,
¡Y el sangriento aparato que en la Destrucción vive!

156. Sobre «El Tasso en prisión» de "Los despojos":
En su celda, el poeta, harapiento y enfermo,
Teniendo un manuscrito bajo su pie convulso,
Contempla con mirada inundada de pánico
La escalera de vértigo donde su alma se abisma.

Las risas enervantes que pueblan la prisión,
Arrastran su razón a lo absurdo y lo extraño;
La Duda lo rodea y el ridículo Miedo,
Odioso y multiforme, circula en torno de él.

Este genio encerrado en un antro malsano,
Esas muecas y gritos, espectros cuyo enjambre
Amotinado gira detrás de sus oídos,

El soñador a quien el horror despertara,
Tal es tu emblema, Alma de tenebrosos sueños,
Que ahoga la Realidad entre sus cuatro muros.

Remordimiento póstumo”
Cuando duermas por siempre, mi amada Tenebrosa,
tendida bajo el mármol de negro monumento
y por tibia morada y por solo aposento
tengas, no más, el antro húmedo de la fosa;
Cuando oprima la piedra tu carne temblorosa,
y le robe a tus flancos su dulce rendimiento,
acallará por siempre tu corazón violento,
detendrá para siempre tu andanza vagarosa.
La tumba, confidente de mi anhelo infinito
(compasivo refugio del poeta maldito)
a tu insomnio sin alba dirá con gritos vanos:
"Cortesana imperfecta -¿de qué puede valerte
denegarle a la Vida lo que hoy llora la muerte"?
Mientras -¡pesar tardío!- te roen los gusanos.


Frases
- ¿Qué le importa la condena eterna a quien ha encontrado por un 
   segundo lo infinito del goce?
- Espantoso juego del amor, en el cual es preciso que uno de ambos 
  jugadores pierda el gobierno de sí mismo.
- ¡Ay los vicios humanos! Son ellos los que contienen la prueba de 
  nuestro amor por el infinito.
- Esa necesidad de olvidar su yo en la carne extraña, es lo que el hombre   llama noblemente necesidad de amar.
- Lo bello es siempre raro. Lo que no es ligeramente deforme presenta un   aspecto inservible.
- El genio no es más que la infancia recuperada a voluntad.
- No se puede olvidar el tiempo más que sirviéndose de él.
- Dios es el único ser que para reinar no tuvo ni siquiera necesidad de     
  existir.
- La fatalidad posee una cierta elasticidad que se suele llamar libertad 
  humana.
- Para trabajar basta estar convencido de una cosa: que trabajar es 
  menos aburrido que divertirse.
- Habría que añadir dos derechos a la lista de derechos del hombre: El 
  derecho al desorden y el derecho a marcharse.
- Hay que ser sublime sin interrupción. El dandy debe vivir y morir ante    
  el espejo.
- Lo que hay de embriagador en el mal gusto es el placer aristocrático de 
  desagradar.

       Artículo: Arnoldo Gualino


Las flores del mal”, año 2013. Edición bilingüe de Enrique López Castellón, ilustró Eduardo Arroyo, prólogo de André Gide, epílogo de Théopile Gautier, apéndice de Walter Benjamin, Madrid: Editorial Abada.