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jueves, 8 de noviembre de 2012

LA INMIGRACIÓN ( Rosario, Argentina)


LA INMIGRACIÓN - en Argentina
El engrandecimiento del país se hará posible después de la ruptura del poder político centralizado y los grandes feudos, la nueva mentalidad otorgó importancia a lo económico y social a
través de la colonización y emigración que marcharán paralelamente.
Gran parte del extenso territorio argentino después de la caída de Juan Manuel de Rosas, estaba gobernada por una edite de terratenientes y habitado por nativos. Alberdi, Sarmiento y otros preconizaron la necesidad de poblar el país traer masas de inmigrantes europeos.


Barcos a velas, arribo al puerto.

Durante el tendido de las líneas ferroviarias, que comenzaron en 1863, fue promocionada en Europa la posibilidad de trabajo y radicación en la Argentina.
Los gobiernos de Italia y España a través diferentes medios; ordenes religiosas, agentes de las empresas de colonización promocionaban con folletos lo favorable y exitoso para ocupaciones laborales e información para facilitarle el viaje. 
En tiempos de la “Confederación”, (denominación de derecho que recibió Argentina desde 1853 hasta 1862, en la época del gobernador general Juan Manuel de Rosas), la entrega de tierras era el arma propagandística.


Arribo de los viajeros al puerto de Buenos Aires.

Al llegar a nuestro país, los inmigrantes tuvieron varias alternativas:  convertirse en colonos (que les abriría el paso para llegar a ser propietarios de las tierras) o ubicarse como arrendatarios, sin la posibilidad de  transformarse en propietario, llevando circunstancias adversas como los resultados de la cosecha y las obligaciones que les imponían los propietarios:  trillar con la máquina que éstos le indicaran, venderle a él la cosecha y adquirir los artículos de primera necesidad en un  comercio determinado.
En 1866 puede considerarse el arribo del primer contingente de inmigrantes (en su mayor parte de origen suizo, aunque había franceses y alemanes), para la colonización de Esperanza, la primera colonia estable fundada por Aarón Castellanos.



Año 1895, pequeños veleros aproximan desde los barcos a los inmigrantes hacia el Hotel de los Inmigrantes que se ve al fondo.

Manual del inmigrante, difundido por las compañías de inmigración en Italia, que viajaban a la Argentina. año 1902.

- Cuando una banda toca el Himno Nacional, todos los presentes se
  descubren la cabeza en señal de reverencia.
- A cualquier mujer, sea una dama o una lavandera, se le dice
  habitualmente "señora". Llamar a una "donna" del pueblo "mujer", no
  suena bien, ya que equivale a decir "hembra".
- Para llamar a la gente en la entrada de la casa, no se golpea ni se grita;
  se baten las palmas de las manos.
- Para llamar a un carruaje o para avisar desde lejos al conductor de un
  tranvía para que pare, no se dice "pss, pss, pss, sino "psiiió, psiiió".
- En los cafés hay siempre un lugar especial para las señoras. Son
  admitidos sólo los hombres que las acompañan.
- En un café o en un restaurant se llama al camarero batiendo las palmas
  dos veces y agregando inmediatamente la llamada de "mozo". No se  
  golpea sobre la mesa el vaso.
- En la platea de los teatros y cines, no está permitido, ni siquiera a las
  mujeres, llevar el sombrero puesto, ya que se impediría a los otros ver
  la escena.
- No se fuma ni en los tranvías. El aviso "Esta prohibido salivar", significa
  "vetato sputare"...
- Por la calle no se camina fuera de la vereda; de hacerlo, recibiría el

  calificativo de "atorrante", que equivale a "mendigo".


Historia del Arte en Rosario: www.arnoldogualino.com.ar


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