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viernes, 19 de julio de 2013

JOSÉ MARÍA CAO - Padre de la Caricatura Argentina


JOSÉ MARÍA CAO 
Padre de la Caricatura Argentina

José María Cao Luaces, nació el 13 de diciembre de 1862 en  en Santa María de Cervo, Galicia, España.
Su madre Francisca Luaces y su padre Luis Cao Fernández, empleado público y artesano ceramista.

Razones económicas llevan a la familia a trasladarse a Valladolid, poco tiempo después a Sevila, a Lisboa, retornando en 1869 a Cervo pues su padre logra ser contatado por la “Real Fábrica de Cerámica de Sargadelos”; tiempo después logra entrar su hijo José María quien ciertamente manifestaba aptitudes para el dibujo. La fábrica cierra en 1877. 




 Cao se emplea como obrero dorador en una fábrica de loza. Colabora dos años con el escultor José María López y se forma con Nemesio Martínez Sienra.
José María se instala en 1879, en Madrid, para trabajar en una fábrica de porcelanas dirigida por un primo; le son publicados algunos de sus dibujkos en la publicación La Ilustración Gallega y asturiana, tras algunos años regresa a Gijón; allí se pone al frente del taller de docorados y de una fábrica de vidrios y porcelanas.
Colabora con artículos de connotación humorística y algunos poemas en varias publicaciones e inicia estudios de Magisterio y Comercio.






Se destaca por la habilidad en las pinturas de retratos, y de igual modo, la capacidad para el dibujo a lápiz y pluma.
Consigue alumnos para enseñar dibujo, logrando un cierto prestigio. Se afilia al Partido Republicano Federal; y contrae matrimonio.
Curioso lector, acentuadamente de: Cervantes, Tolstoi y Zola.
Tambièn de las ciencias, sobre estudios de la electricidad y física.
En 1886, viaja a la Argentina, en Buenos Aires rápidamente se relaciona reuniones de intelectuales y de artistas. Sabía ejecutar muy bien el violín, y fumaba habanos y también con las clàsicas pipas de porcelna, buen bebedor de vino y del cognac.

Su habilidad para el Dibujo y sobre todo del género humorista, ahondando en la psicología de los personajes lo aproximó rápidamente a diferentes publicaciones de regular trascendencia; en 1887, es contratado para el semanario “Don Quijote”, dirigido por Eduardo Sojo, allí conoció al dibujante Manuel Mayol con el que cultivó una profunda amistad. 




La publicación caricaturizaba a personajes del gobierno, sufriendo amenazas como la de 1888 en un confuso episodio en el local de la publicación, que le pudo haber costado la vida por un matón del jefe de policía, el coronel Alberto Capdevila.
Por tal motivo sus dibujos los firma con el seudónimo Demócrito II, y Sojo con el Demócrito I. La publicación fue prohibida por el gobierno
En 1890 trae a la Argentina a su esposa Elvira Blanco, su padre, su hermana y su cuñado.




Colabora en distintas publicaciones: “Los Sucesos Políticos” y “El Sud-Americano.” Por su propia cuenta, funda “El Rebenque” y “El Clarín”, de breve permanencia.
Se integra como dibujante a la Revista “Caras y Caretas”, destacando un dibujo espontáneo más lineal y libre, que aún hoy posee vigencia.
Es arrestado en 1891 por publicar dibujos en contra del gobierno en Los Sucesos. Renuncia y regresa a “Don Quijote”. Hace ilustraciones para libros. 





Al año siguiente un hecho similar por una caricatura del general Nicolás Levalle, ministro de Guerra y Marina, le costó ocho días en la Penitenciaría Nacional.
En otro momento uno de sus irónicos dibujos provoca la ira del presidente Luis Sáenz Peña, quien prohíbe la circulación de “Don Quijote”debiendo ir preso y renunció a la publicación.
Fue tan importante el poder de la caricatura política por entonces; que Leandro N. Alem cuando hacía referencia a la Revolución de 1890 sostenía: la  hicieron las armas y las caricaturas”.




Desde las publicaciones a través de la escritura y la imagen se acusaba sin piedad a la corrupción política; sobre los primeros tranaway, decían: “matan más gente que la fiebre amarilla”. Imágenes costumbristas, publicidades de artículos industrializados, los cambios del nuevo siglo XX.






En esa publicación surgieron los apodos de los políticos de la época: “El Zorro” era el presidente Julio A. Roca; “El Pavo” el presidente Roque Sáenz Peña; ““El Burrito Cordobés” para Miguel Juárez Celman, cuñado de Roca y luego presidente de la Nación; “Cangrejo” a el Presidente José Evaristo.
En 1902, fue el primer director artístico del suplemento literario del diario: “La Nación”, presentaba caricaturas e ilustraciones a pluma.



En 1912, renuncia a “Caras y Caretas” y con un grupo de redactores y dibujantes funda la revista “Fray Mocho”, siendo el jefe de la publicación y responsable de las portadas y dibujos internos; un estilo de caricaturas de gran calidad e innovadora modernidad.
Al año siguiente participa de las ilustraciones del diario de Natalio Botana: “Crítica”.
Entre 1915 a 1917, para la Revista “El Hogar”, ese año 1917, funda y dirige la Revista “Popular”, la cual le insumió todos sus esfuerzos y ahorros.
El 27 de enero 1918: a causa de una neumoía, José María Cao fallece.
Selección: Arnoldo Gualino



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