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lunes, 8 de febrero de 2016

PATRICIA DÍAZ BIALET.


PATRICIA DIAZ BIALET
Poeta


Buenos Aires 1962. Escritora, investigadora y poeta, recuerda su atracción literaria se inicia a los ocho años, papeles que aún conserva. 

Por ambas ramas familiares materna y paterna, existe un importante número de escritores, y atracción por la cultura literaria.

En 1987, con “Destierros de Arena”, recibió el Primer Premio, en el concurso Nacional Pablo Piva, otorgado por la Fundación Argentina para la Poesía.






En poesía ha publicado,  “Los despojos del Diluvio” Primer Premio del Fondo Nacional de las Artes 1989. (Vinciguerra, Bs. As. 1990).
Testigo de las Brumas”; Mención Honorífica en el Premio Bienal de Poesía Argentina de la Secretaría de la Fundación Pública de la Nación y el Fondo Nacional de las Artes 1991, (Vinciguerra, Bs. As. 1991).






La penumbra de la luna llena”;  Segundo Premio en el Concurso Fundación Inca Seguros 1992: (Vinciguerra, Bs. As. 1993).
“La dueña de la ebriedad de la rosa”; Primer Premio del Fondo Nacional de las Artes 1993, (Vinciguerra, Bs. As. 1993).

“Los sonidos secretos de la lluvia”; Mención Honorífica en el Primer Certamen Nacional de la Poesía Papiros del Siglo XX: (Plus Ultra Bs. As, 1994).
El hombre del sombrero azul”; (Dunken, Primera Edición Bs. As. 1996); (Dunken Segunda Edición, Bs. As. 1998).
“Papeles de resurrección”; versión en castellano de Rersurrection papers, de la poeta estadounidense Heather Thomas: (Vinciguerra, Bs. As. 2004).
El amor es una pluma de mercurio”; “Poema elegidos”; (Las otras palabras: Esquel 2007) “Agualluvia”: (Atuel 2009).
Poemas suyos fueron incluidos en la película de Eliseo Subiela “El lado oscuro del corazón II” (2001) y en el espectáculo teatral “Con un tigre en la boca”; “Manual de los amantes”, bajo la dirección de Hugo Urquijo (2014-2015).


La que va
Su última publicación, poesías: Atuel poesía (2015), 174 páginas. El prólogo de Jorge Dubatti y la imagen de tapa de Alejandra Díaz Bialet.
Comentario de contratapa
“La que va”, es una mujer que no se ha detenido. También una escritura poética que se proyecta sobre la propia senda que ella traza. 
Cada poema se construye dentro de la lengua que fluye de la lengua aprendida en la infancia y la aprendida en el viaje. Es en el acto original de la escritura que se recrea; además el propio viaje.
La poesía se viaja escribiendo, se transita caminado como la mujer que va. Al leer “La que va” a descubrimos que se ha viajado, transitado por el lenguaje y por el mundo.

Cada título es una estación, cada epígrafe es el viaje que le robamos al otro, cada poema es una cartografía de imágenes, metáforas y versos impresa en el papel. “La que va”; transcribe la vida que ofrecen los caminos y el reflejo de la propia buscadora que con audacia nos orienta para que encontremos su propio tesoro. Juana Villafañe.

- Quien lea "La que va"; va a leer un diario de mi vida: momentos inextinguibles que quiero compartir con los demás. Plasmar esos momentos en forma de poemas es, quizás, un intento por eternizarlos, un darles la posibilidad de estar "siempre presentes", que es como realmente viven en mí. - Patricia Diaz Bialet





- Derrotero de Boa (I)
A primera hora saco la garra
Afilo mi dolor de insecto
Vacío el brebaje de mi escote
Recorro el maldecir de tu axila en su olor a polvillo de verano

A primera hora me baño en espuma de felpas
Rozo la esponja y pienso:
El Deseo es ese vibrar desesperado que no claudica.




- Pista de Baile (VII)

Si alguien baila y fricciona con su pecho el seno de una
Si puja con su pie la arcilla húmeda en el aire

Si frecuenta escalofríos de vino en cada axila
O si vence a modo de cuello lo que se llama pose paso o piso

Y además
Si alguien indica con su fémur que semilla se cultiva en esta primavera

Si al uso de un melodrama deja caer su espalda de soledad
Si utiliza su rodete como brújula

La cuerda del violín
Prolonga la postura de grulla que surge en una
Cuando la música.


- La marca
Somos desecho del Edén
Incautos simios
Casi quebrados casi heroicos

Lo que se dice dicha trasluce un no darse cuenta

Tribulación enmascarada es nuestra prédica a ciegas
Prepondera el incordio
El azar
La escupida del destino

El corazón abierto es huérfano perenne
Una oruga soñadora
Una caricatura de Cristo

Nacemos a la vera de lo sagrado

Príncipes de lo irreversible.

                          Artículo y Selección: Arnoldo Gualino

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