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miércoles, 3 de febrero de 2016

FABIÁN MARCACCIO


FABIÁN MARCACCIO
Artista Plástico

Nacido en Rosario, Argentina, en 1963, concurrió al taller de artista plástico Jaime Rippa.
Estudió Filosofía en la Universidad de Rosario.

En 1985, a los 22 años, se trasladó a la ciudad de Nueva York, donde continúa viviendo y trabajando.












Desde mitad de los noventa a sus realizaciones las denomina paintants = pintante, obras que basadas en diferentes procedimientos, un híbrido de material fotográfico, arte digital, técnicas escultóricas, pintura, instalación, cine y teatro.

Su influencia de base fue el neobarroco por la idea de exceso de texto que produce ruido, la idea de travestismo, por la narración que va consiguiendo: Severo Sarduy, Néstor Perlongher, Arturo Carrera o Emeterio Cerro.



Es una pintura de acción para el espectador, son Instalaciones que proponen recorridos obligatoriamente deba recorrerlas estableciéndose inevitablemente la relación tiempo-espacio.
El proceso constructivo que emplea este artista es a partir de un archivo de imágenes digitales, a veces comienza a partir de una foto que va relacionando con un fondo pictórico al que luego digitaliza, a veces con una concepción de relieve. 





No es un proceso sistemático es un proceso empírico; etapa que la defino como, un trabajo de campo; a veces me exige salir a capturar una determinada imagen fotográfica.
Este tipo de obras se basan que su proceso constructivo de la idea del sitio múltiple.


 “…vivimos en una realidad de sitio múltiple. Si pensamos en la concepción de sitio de los años setenta, ese espacio unitario empezó a entrar en crisis en las décadas del ochenta y noventa. Por ejemplo, el land art empezó a necesitar la fotografía para documentar el sitio, y esas fotos se transformaban en nidos periféricos a la obra.

Si pensamos en la rutina de un día cualquiera, uno se despierta a la mañana y simultáneamente toma un café real, chequea el correo electrónico, oye un bocinazo, mira la televisión. Quiero que la obra sea parte de ese collage virtual-real que estamos viviendo”… 





Una de sus obras presentadas en N. York es una pintura-robot; mediante una computadora, una pistola iba tirando un disparo de pintura cada treinta segundos en un lugar predeterminado de la pared.

"Así se iba creando una especie de pintura meteorológica por la cual un píxel de computadora se transformaba en un splash de pintura.





La idea fue hacer que el espectador entrara en el espacio mediático, como si entraras en una impresora y tuvieras que esquivar las balas de color.


El sonido que provocaba el soplete indujo a un músico amigo a mezclar un sonido de percusión y trompeta y que junto al robot denominaron Metronom”.- 
Fabián Marcaccio













Obra    
Al comienzo más sujeta a problemáticas más pictóricas; a mediados de los ´90 fue hacia territorio más complejo de una interpretación semiótica.

Para hacer pinturas llevó a cabo procedimientos de transferencia a través del Grabado.
Posteriormente a partir de una mirada analítica, continúan estas problemáticas pictóricas pero menos abstractas, pues ha comenzado a conjugar diferentes vocabularios, compuestos de textos políticos, imágenes de manifestaciones, signos, slogans utilizados como publicidad política, exige decodificar una lectura fragmentaria.



Un trabajo comparativo de modelos pictóricos de la realidad; con modelos científicos o modelos políticos.

Este logro lo plasmó a través de serie de “tomas” de una pintura en movimiento. Una de ellas basaba en la obra de Jackson Pollock, mostrando pedazos de cuerpos all-over.

Otra es una pintura hecha a base de animación, visualizada a través de una pantalla de plasma.





En una tercera obra, la pieza principal central es una pintura escultórica, que en realidad parece una escena de una película que se mete en una escultura y la vuelve un fantasma.

No es pintura, ni foto, ni escultura, es el resultado de una relación compleja entre fotografía, impresión, modelado de plástico y pintura. Resulta una pintura que ocupa un espacio tridimensional o una superficie modelada como escultura pero sin cuerpo.


Las artes tradicionales, se construyen desde la unidad a la totalidad (pintura, escultura, arquitectura) y hay artes que surgen en el siglo XIX (la fotografía y el cine, básicamente) que se construyen de la totalidad a la unidad.

Los procedimientos de la digitalización permitieron que la fotografía o el cine adquieran algo de esa construcción desde la unidad a la totalidad. 



El software que genera esta situación se basa en una estructura que va de lo particular a lo general.
Una foto a través de un proceso digital puedo otorgarle características pictóricas.

La Pintura está en una permanente condición de “variante”, en un complejo estado de existir dentro y fuera de sí, en un estado de fantasma y mutante.

En una continua maniobra por definirse a sí misma y a sus propios fundamentos en relación con los otros campos.
Se apoya y defiende el derecho a lo subjetivo; está abierta a múltiples modos de referirse a lo real. 
Como todos los procesos humanos, transmite modelos continuos, productivos y orgánicos.





En nuestras múltiples realidades contemporáneas, la producción plástica valoriza la mutación y la corrupción, como productores de enlaces.

Uno de los interrogantes que preocupa e investiga Marccacio, es si el medio tradicional de la Pintura, puede sobrevivir en la era digital.
Más allá de la dialéctica, la crítica de arte conceptual y la práctica pintura pura existe la necesidad de encontrar la integración.
Del mismo modo que Jackson Pollock, sorprendió con otros modos de llevar a cabo su producción; Marcaccio, incorpora las nuevas tecnologías digitales e industriales; como manera de expresar sus preocupaciones espaciales y temporales.




Los resultados son pinturas ambientales, animaciones y "Paintants" que combinan la imaginería digital manipulada, forma escultórica, y tres superficies dimensionalmente pintadas.

En el 2011 Marcaccio recibió el "Premio Bernhard Heiliger para Escultura" del alcalde de Berlín, Klaus Wowereit.
Sus obras ocupan un panorama en la plástica actual.




 (Del catálogo de Heute Malerei Berlín, 2013).
La pintura actual es una forma de resistencia, una forma de trabajo, una manera alternativa de deseo y de ser en el mundo.
La pintura es un trabajo no alienado, continuo y orgánico. Su producción sigue una lógica que va de abajo hacia arriba, de la unidad a la totalidad.

Estos atributos característicos la hacen blanco de ataques de izquierda, de derecha y de centro y la convierten en demasiado idiosincrásica, demasiado humana, demasiado animal, demasiado caótica.







La pintura es resistencia contra la inercia del arte basado en el lenguaje y en imágenes prefabricadas, contra la cultura de los fragmentos cut and capture desmembrados de cualquier ámbito de fotografía, video o cine.
Se opone a la burocrática y monolítica explotación de datos que va de arriba hacia abajo.
Es una alternativa a la lógica parasitaria de desmaterialización y de proyecciones de luz. Está en contra de la endeble cultura de lo “interesante” y a favor del “interesado”.




La pintura aún produce innovaciones esporádicas y desencadena un afecto singular.
Los artistas conceptuales intentan utilizarla, los pintores en general abusan de ella, los fotógrafos la usan como premisa, las artes digitales la recrean sin cesar, y el mercado ama esa mercancía oscura y escurridiza.
La pintura tal vez pueda superar su complejo de inferioridad respecto a los otros, nuevos medios.

Artículo: Prof. Arnoldo Gualino

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