miércoles, 15 de enero de 2014

JUAN DE DIOS MENA. Escultor


JUAN DE DIOS MENA  
Poeta - Escultor - Músico

Nacido en Puerto Gaboto, Argentina en 1897; (Gaboto: fue el primer asentamiento hispánico de Argentina, en 1527 fue levantado en este mismo lugar el Fuerte Sancti Espíritu por el español Sebastián Gaboto).

De origen humilde, vivió en un rancho con techo de paja; conociendo las costumbres rurales, los fogones, las guitarreadas el manejo del cuchillo, sumado a un carácter bohemio de vocación artística ávido lector se manifiesta con capacidad poética.






La escuela fiscal de Gaboto solo llegaba hasta tercer grado; toda su posterior formación es autodidacta; en su vida llevó a cabo variados oficios y vivió en diferentes sitios; en la ciudad de Rosario, formó parte del escuadrón policial de seguridad, rematador, peón de estancia, encargado de un bar en Resistencia, mayordomo de un campo y finalmente poeta y tallista.
Quedó muy joven viudo y bastante y solitario.

Durante la década de 1930, participa activamente en Chaco juntos a los artistas e intelectuales de la región.






En 1945, en la vivienda de Aldo Boglietti, de calle Brown en Resistencia Chaco; surge la idea de fundar el “Fogón de los Arrieros”; un centro tradicionalista, con un objetivo solidario y fraternal para dar acogida a los hacedores de la Cultura; reconocido mundialmente. 

La  casa original fue transformada en un moderno edifico, lugar de encuentro de artistas, poetas, gente de la cultura.
Acumula obras de plásticos, poetas y creadores de todos los ámbitos.
En la entrada están la silla de paja, el taller rudimentario, las gastadas herramientas y la mayoría de las tallas.




Las cualidades de la talla en madera, las descubrió en 1932 de manera casi accidental; a partir de un trozo palo de “guayaibí "(madera dura de la región chaqueña), regalada por un arriero para que se hiciera un bastón criollo.

Con un cortaplumas convirtió la parte más gruesa del madero en la cabeza de un paisano.
Colaboraba con revistas literarias de Rosario, en Buenos Aires logró trabajo en la revista “Nativa”, donde escribía Ricardo Rojas y vinculada con artículos de pintores como Cesáreo Bernaldo de Quirós Fernando Fader o José Malanca.

A sus viajes lo acompañaban sus precarias herramientas, junto a una mesa, la silla de paja y un baúl con sus pertenencias.
Realizó una basta producción de obra poética de características campestre y costumbrista.





A partir de 1932, inicia una intensa actividad escultórica llevando a cabo unas  500 tallas de madera, especialmente de “curupí”, capturando la tipología humana del mundo rural argentino.

Sus obras fueron expuestas en Buenos Aires y ciudades el interior Argentina; luego de su fallecimiento recorrió  las principales capitales de Europa y Nueva York.
En 1954 se enfermó en un viaje a Mendoza; se trasladó a Rosario para someterse a una intervención quirúrgica en el Sanatorio Británico. 
Falleció en Rosario, el 4 de abril de 1954.
A partir de esa fecha “4 de abril" de cada año y en su homenaje, el “Fogón de los Arrieros” en Resistencia, Chaco, inicia su temporada Cultural.







Procedimiento: Talla
Se inicia en la talla con herramientas rudimentarias y simples: cortaplumas, cuchillo y el machete. Elije el “curupí”, madera blanda que le facilita la talla; algunas están realizadas en “palo santo”.
Las obras realizadas en pequeña escala, con una altura entre los veinte y los cincuenta y cinco centímetros; a estas las denomina “tapes”; muchas policromadas.

A medida que van surgiendo las nuevas obras se hace notoria la experiencia lograda a través del manejo del material, las herramientas y los lenguajes expresivos.
Pocos trazos necesitaba para mostrar una figura humana con toda la carga expresiva.
Aparecen representados los diferentes personajes de la región, en su ambiente y  diversas actitudes: el jinete montado en su caballo, una pareja bailando, el borracho, bebiendo el mate, el cura.




Sin ser creyente, talló varios Cristos siguiendo las características formales y expresivas de su obra: El decía: “Representa "al Cristo Hombre, al que todos llevamos adentro". Picasso en su colección privada atesora uno de ellos.

Temática
Identificado con nuestra tierra y empatía con lo “criollo”; le permitío interpretar y expresar de manera creible desde las profundidades, ese mundo.

Se valió de símbolos de arraigo nacionales y del contexto Americanista.
Vivió y conoció  los usos y costumbres, el carácter y la ideología del campo: indios, criollos y gauchos desfilan en sus trabajos.





Pero las obras cargadas de estados anímicos, poseen una intencionalidad más allá de la representación; todo sufre una creativa deformación que es la que atrae y produce otra lectura de la forma, no hacia la burla agresiva por lo grotesco, sino un sutil humor saño y sabio para reaccionar y reflexionar.

En algunos trabajos aflora un humor negro que también cultivó este hombre triste que ironizaba a la muerte sin tenerle miedo.
La misma temática la llevó a cabo en la Pintura, pero no alcanzó la contundencia lograda en la tridimensión; finalmente la deja de lado.
Una íntima relación entre lo trágico y lo cómico, donde no faltan los gauchos festivos o trágicos de Florencio Molina Campos







Morfología
Predomina un elemento de exageración y distorsiones caricaturezcas de las figuras de tipo "populista", una búsqueda en lo más profundo del espíritu de los seres marginales.
En la última etapa las formas se simplifican y geometrizan. 
Algunos han encontrado ciertas semejanzas de su obra a las del dibujante y pintor Florencio Molina Campos, (cuyos dieños se hicieron conocer a travéz de los “Almanaques de Alpargatas”.
Ambos se basaron en similar temática, la de gente humilde, de tierra adentro, en su ambiente. Sin sarcasmo ni burla; simplemente capturando el mismo humor y picardía inocente de esa gente.





Etapa inicial
Figuras simples, rudimentarias, muy estáticas resueltas en un solo volumen, las figuras muestran grandes pies y grandes manos. Más gestos que expresión.
Sus personajes encarnan las diferentes jerarquías sociales: el caudillo del pueblo, la autoridad representada por el policía, el mateador, una mujer sosteniendo la escoba, el paisano tocando la guitarra.

En esta etapa sus tallas se diferencian no solamente porque debe recurrir a materias ajenos a la madera; está presente el artesano sobre el artista-escultor y la resultante de su producción está más próxima a muñecos de madera.
Una resultante más grotesca que caricaturesco; cabezas de gente conocida de la estancia; completada con cabellos, bigotes de cerda, partes cubiertas como ponchos y frutos a modo de sombreros.






Segunda etapa
Es de observar mayor perfeccionamiento en el uso del material y la representación de las figuras con mayor armonía.
Pone de manifiesto el conocimiento y la sensibilidad adquirida como seguramente también ha interpretado los mensajes de la crítica.

La talla se cierra en su mundo interior en función de una necesidad expresiva; logra la significación a través de la síntesis.
Sus figuras ahora son unidades en sí mismas, desaparecen los elementos accesorios.

Obras cargadas de humanidad viven en la situación social, adquieren jerarquía, personajes de la realidad distorsionados pero resignificados, no visto en lo disparatado o ridículo.
Claros ejemplos: la china con su galán, o el jinete con su caballo.





Tercera etapa
Es cuando el artista tiene incorporado su oficio y es dueño de todas las posibilidades con el material; solo le resta expresarse.
Recurre a los mismos personajes, pero despojados de lo accesorio y efectismo.

Se vale de formas geométricas sin intentar la representación realista, de alguna manera Mena ha logrado ver como la metamorfosis del Mundo modifica al Hombre.

Artículo: Prof.\Lic. Arnoldo Gualino

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