jueves, 8 de abril de 2021

CECILIA MARCOVICH

 

CECILIA MARCOVICH
Pintora y Escultora

Cecilia Marcovich nació en Harlau (Rumania) el 18 de septiembre de 1894 y murió en Buenos Aires el 11 de junio de 1976.
Junto con su familia, emigra siendo una niña gracias al patrocinio del famoso barón Maurice von Hirsch, fundador de la Asociación de Colonización Judía (1891) y se instala en una colonia agrícola a fines de 1901.
Pocos años después, los Marcovich se trasladan a Rosario, ciudad en la que Cecilia tiene la posibilidad de ingresar en la “Escuela de Artes y Oficios”.
Primero toma clases de piano y recibe su diploma de profesora; luego obtiene una beca para estudiar dibujo y asiste a los cursos nocturnos del pintor rosarino *César Augusto Caggiano (1894-1954), formado en Florencia, Italia con el pintor Giovanni Costetti.                                   

*Fuente de información de esta publicación, es un trabajo de Investigación realizado por Talía Bermejo



Óleo de C. Marcovich, año 1900, Rosario. Foto Marcelo Giudici 

En 1909 fallece su madre, y poco después su padre se traslada a Buenos Aires; Cecilia adolescente y su hermano Marcos se convierten en el sostén económico de los hermanos menores.
Cecilia con las clases de piano será el único sostén económico; en 1918, se casó con Moisés Tubert, un exitoso bodeguero mendocino.
Junto su esposo, se instala en la provincia cuyana, tiene dos hijos y se mueve en el entorno de la colectividad judía local.
Por entonces la mayoría de quienes deseaban tener una buena formación artística, viaja a Europa, donde concurrirán la mayoría de los jóvenes latinoamericanos, y concurrir a los talleres de los grandes maestros, visitar museos galerías de arte y conocer a los famosos artistas vanguardistas.


Óleo de C. Marcovich, año 1925. Paris Foto Marcelo Giudici                                              Viaje de formación a Europa.            

A finales de 1920 se divorcia y se traslada a Buenos Aires. En 1925, se embarca rumbo a Paris, con sus dos niños pequeños (nacidos en 1920 y 1922, respectivamente), un par de maletas y la modesta pensión que a partir de esa fecha envía Moisés desde Mendoza.
Mientras los hijos se educan y crecen como pupilos en una escuela situada en las afueras de París, Cecilia vive en Montparnase (16 bis rue Bardinet, en el VII Arrondissement) y dedica la mayor parte de su tiempo a tomar cursos, producir, visitar museos y ateliers.
Inicia sus estudios de Escultura con el maestro Antoine Bourdelle al fallecer este en 1929 artista continua escultura con Charles Despiau.
En 1931 concurre a los talleres de pintura con André Lhote y Paul Albert Baudoüin con quien aprende pintura al fresco.
Asiste a la “Académie de la Grande Chaumière”, a la que Cecilia asiste a diario durante varios años, era una de las academias libres que por entonces existían en París, abiertas a estudiantes de todas partes, eran accesibles para los becarios argentinos) y sin un programa estricto. 



Óleo de C. Marcovich, año 1923. Paris 

El retorno a la Argentina.     "La IAPE"                       Todos estos conocimientos y experiencias le fueron útiles para su formación y base para llevar adelante su propia escuela-taller.
En 1931 la artista regresa a Buenos Aires y comienza una carrera articulada entre la docencia, la producción y la militancia.
Un periodo oscuro para el país por el golpe cívico-militar encabezado por José Félix Uriburu, y la caída del gobierno de Hipólito Yrigoyen; período conocido como la “Década infame”, junto a la crisis económica mundial del ´30.
Ya en Argentina Marcovich se encuentra con varios artistas que se habían formado igual que ella en Europa, con el propósito de comenzar a movilizarse a través de organizaciones con el objetivo de promover un sistema democrático y contra el avance de los fascismos.



Esculturas de C. Marcovich, bronce y yeso

Lino Spilimbergo es un referente entre los artistas contemporáneos ligados al Partido Comunista Argentino en un emprendimiento político-cultural destacado por entonces la AIAPE, la “Asociación de Intelectuales, Artistas, Periodistas y Escritores” (activa entre 1935 y 1943).
Junto a Marcovich participaron y colaboraron en la sección de artes plásticas de las actividades de esta agrupación, integrando durante varias la Comisión Directiva de la asociación.
En simultáneo, junto con el escultor Luis Falcini, organizó el salón de 1935, entre los que participaron Antonio Berni, Demetrio Urruchúa, Manuel Colmeiro, Víctor Rebuffo y Juan Carlos Castagnino, entre otros, muchos de ellos vinculados al PC o miembros de la AIAPE.
La actividad se difundía a través de distintas publicaciones: revista Unidad, luego Nueva Gaceta, u Orientación. 
A comienzos de 1940 Cecilia Marcovich tomó a su cargo la dirección del taller de arte. La escuela-taller funcionó en la sede de la entidad, ubicada en el Pasaje Barolo sobre Avenida de Mayo, y las disciplinas principales consistían en modelado y dibujo con modelo vivo, pintura, grabado (a cargo de Abraham Vigo) y pintura mural al fresco.


Autorretrato. C. Marcovich, óleo.  

Creación de su Escuela-Taller
A comienzos de la década de 1940, en el barrio de Constitución, Marcovich acondiciona en los fondos de una casona del siglo XIX, un viejo galpón, donde crea 
su propia escuela la “Asociación Plástica Argentina” (APA). Una escuela-taller que sostuvo sus actividades durante casi treinta años.
Tenía cierta semejanza al modelo de la AIAPE, en particular el espíritu social volcado hacia la comunidad.
Funcionó como una especie de cooperativa en la que todos los gastos, desde la renta, la luz, la leña para calefaccionar e incluso los modelos, se prorrateaban entre los alumnos.
El método de enseñanza era riguroso (primero dibujo, luego composición, pintura, escultura y pintura al fresco) y las clases se desarrollaban en dos turnos, tarde y noche. 



C. Marcovich, fotografía en su juventud .

Con lineamientos semejantes a los vividos en París la “Académie de la Grande Chaumière”, la (ahora) el maestro se presenta una vez por semana, dispone la ubicación de los modelos, da las indicaciones pertinentes, observa el avance de los trabajos, hace las correcciones e imparte su lección.
Luego, los discípulos más avanzados continúan la tarea hasta la siguiente clase magistral.
Al finalizar el año, el taller completo se dispone para mostrar los resultados a través de una exhibición colectiva.
Durante las décadas de 1940 y 1950, la actividad de Marcovich transcurre entre viajes de estudio y la enseñanza en la escuela-taller.       



Carbonilla, C. Marcovich, representación figura humana

Viajes a países latinoamericanos
- El primer destino fue Río de Janeiro (Brasil). Allí trabajó a lo largo de un año (1939-1940), período clave de su trayectoria que la llevó a reencauzar gran parte de los proyectos artísticos y educativos elaborados de allí en más.
De este período resultan las primeras obras que más tarde serían identificadas como “las morenas”, un conjunto de mujeres afrodescendientes a las que se sumaron niñas y niños, maternidades y escenas callejeras de la ciudad carioca.
Una parte significativa de esta producción de dibujos y pinturas fueron exhibidas en 1946 en el “Salón Peuser” de la ciudad de Buenos Aires.




Óleo sobre tabla, C. Marcovich, c. 1940, Brasil. Foto: Marcelo Giudici.

La mujer ocupa el centro de la escena a través de retratos, maternidades y escenas callejeras
Los dibujos a lápiz mantienen los tonos claros que se observan en las otras series, mientras que en los óleos se impone una materia espesa y la paleta se oscurece.
La factura resulta igual-mente sintética, con grandes planos de color y el trazo negro característico en la pintura de Marcovich.


Las Morenas
Cuando Cecilia Marcovich regresó de Europa en 1931, trajo consigo una enorme piedra de granito negro, adquirido en Bélgica.
Hasta ese momento sus trabajos escultóricos eran pequeños, en su mayoría figuras femeninas en yeso y bronce. 


"Morena", Marcovich C, Escultura, piedra.

Con este bloque talla una cabeza femenina, abriendo la serie de figuras monumentales, dedicaría casi exclusivamente a la mujer afroamericana, con el título: “Las Morenas”.

La crítica destacó la presencia de esta obra en el Salón Nacional de 1940, exhibida junto a la premiada “Cabeza de niña”. Talía Bermejo

Se destacó entre las obras “Cabeza” que luego se abocaría casi exclusivamente al protagonismo de la mujer en producción, en particular, la mujer afrodescendiente y la mestiza (1964).




Retrato de hombre, pastel sobre papel, Humahuaca, Jujuy, c. 1950. Foto: Marcelo Giudici.

Viajes al Norte argentino
- Hacia fines de los años cuarenta y durante la década de 1950, inicia una serie de viajes por el norte argentino, en particular las provincias de Salta y Jujuy.
Eran los itinerarios propios de la época, que alentaron a otros artistas de su generación, como Ramón Gómez Cornet, Spilimbergo, Raquel Forner, Antonio Berni, Grete Stern, a través del registro fotográfico, con la intención de abordar las distintas realidades del país.

En su mayoría las obras son dibujos a lápiz y pastel, la temática escenas de trabajo, de la vida cotidiana y a los habitantes de la zona.
Descarta la búsqueda de lo pintoresco o de elementos exóticos, se direcciona hacia la realidad que contiene de ayer y de hoy.



Personas del Norte argentino. Marcovich C, Pastel s/cartulina.

Lo alcanza a través de una compenetración con el ambiente, estudiando los tipos raciales, la riqueza de la indumentaria, el paisaje, las tareas primitivas y algunas escenas callejeras en las que se verifica la mezcla del pasado y del presente.
El objeto era tomar distancia respecto de una pintura folklórica o pintoresquista abocada a las escenas de tipos y costumbres, anclada en el pasado y ajena a la realidad contemporánea


Boceto de mujeres con niños. Marcovich C, Carbonilla s/cartulina.

“Apuntes al pastel de la Quebrada de Humahuaca”, se subdividía en “Estudios de diferentes tipos raciales”, “Tareas primitivas” y “Escenas callejeras”.

Se interesa particularmente en el retrato de mujeres y hombres de la zona.

Trabaja con modelos y centra la atención en los rasgos faciales y la vestimenta; aunque también se abocó a escenas de conjunto y a la representación de oficios tradicionales. 




Carbonilla, C. Marcovich,  proceso metalurgico.

Dibujos y Pinturas de los Altos Hornos Zapla.
Fue un complejo minero-forestal siderúrgico, constituido por dos minas de hierro, que se encuentra en el departamento Palpalá, provincia de Jujuy, Argentina. Constituyó el primer centro siderúrgico de Argentina, donde se hiso la primera colada de arrabio en 1945. Contaba con bosque de eucaliptos para extraer el carbón para los hornos.
En estas obras la máquina domina la escena en un número importante de piezas.
La mirada apunta, en primer lugar, a las herramientas, los materiales de trabajo y a las construcciones del establecimiento siderúrgico. 



Pastel h Carbonilla, C. Marcovich,  operario metalurgico.

Las figuras de los trabajadores al pie de los altos hornos de Palpalá, están resueltas de manera sintética no se detiene en los rostros, quedan subsumidos en el anonimato, solo se ven protagonistas en cuanto a masa trabajadora. 
Cobra interés el proceso de producción del acero a través de sus diferentes etapas: la tala de árboles, la extracción del mineral o la colada, entre las más significativas.
Mientras tanto, los hombres quedan subsumidos en el anonimato o, desde otra perspectiva, se vuelven protagonistas en cuanto a masa trabajadora.
No obstante, la artista realiza numerosos estudios sobre algunas figuras con el objeto de detallar la indumentaria y las herramientas.
Trajes que pesan sobre las espaldas de los hombres, guantes enormes, botas, gorros que apenas dejan el rostro descubierto se resuelven a través de planos lisos de color y límites definidos.
A partir de ese viaje en particular motivaron el surgimiento de los proyectos murales.



 de su Casa Museo. Foto: Humberto Rivas.

Su vivienda convertida en Casa-museo
A comienzos de los años sesenta prácticamente se retira de los circuitos artísticos para abocarse al diseño de su propio espacio de trabajo y exhibición; pero continuó con las tallas en piedra, los dibujos y los grabados, simultáneamente continuaba su actividad en la “Escuela de calle San José”, cerca de Constitución.
En una antigua “casa chorizo”, de la calle Guardia Vieja al 4100, la transforma en Casa-museo, algunos espacios los destino para mostrar sus obras producidas en ese mismo momento, otro sitio al taller, daba algunas clases particulares

“Luchar por un lugar para el caballete es una forma de educar también”

Autorretrato. Marcovich, C,  Pastel.

El propósito era una “Retrospectiva”, mostrar la obra realizada a lo largo de treinta años. Dibujos, óleos, pasteles, monocopias y esculturas fueron montados en distintas habitaciones hasta ocupar la mayor parte del edificio.

Desde los bronces realizados en París, yesos y bajorrelieves hasta las grandes piedras talladas desde los años cuarenta en adelante.

En octubre de 1961, Cecilia Marcovich abrió al público las puertas de su casa.

La apertura e inauguración de la muestra, coincidió con el 25° Aniversario de la “Asociación Plástica Argentina”, acompañada por una revista editada por sus alumnos en homenaje a su maestra.


Desnudo. Marcovich, C. Talla en piedra. 

Complementaba un pequeño catálogo en forma de díptico: Dibujos, Pinturas y Esculturas de Cecilia Marcovich, Del 19 de octubre hasta el 2 de noviembre de 1961; de Lunes a sábados de 18 a 21 Hs.

Toda una generación de estudiantes reconocía un espacio valioso para la formación artística y el crecimiento personal, y en especial para quienes entonces participaban activamente en la comisión de enseñanza, como Alberto Giudici y Victoria Shraer.

La Casa-museo Marcovich constituyó como parte de un mismo proyecto destinado a construir un espacio de acción personal, artístico y social cuyo impacto principal se produjo por fuera de los canales oficiales y especialmente en el marco de la enseñanza.



Retrato. Marcovich, C. Pastel 

Premiaciones

Tercer Premio Nacional de Escultura del XXV Salón Nacional de Bellas Artes - 1936, Medalla de Plata de Escultura en el XV Salón de Otoño de Rosario - 1940, Segundo Premio Nacional de Escultura del XXX Salón Nacional de Bellas Artes - 1950, Primer Premio del Salón de Primavera de la Sociedad Hebraica Argentina - 1962. Premio J. Club, Salón Nacional, Escultura, cabeza monumental en piedra: “Niña de color”.

 

   





Esencia de su trayecto

Definidos momentos conformaron la obra de Cecilia, la familiar, su formación en París, La producción de su obra, Impartir conocimientos con su Escuela-taller y trasformar su casa en Museo.

Cada paso implicó desplazamientos radicales en más de un sentido, disrupciones en cuanto a las expectativas sociales ligadas al género, como así también respecto de circuitos e instituciones artísticas.

Para Cecilia Marcovich, la producción artística y la docencia formaban parte de una misma práctica liberadora.

El ejercicio del Arte enlazaba con las posibilidades de crecimiento personal; también con el ejercicio de la libertad creativa y la libertad de hacer y aprender.

Sólo quiero realizar aunque sea diez centímetros de escultura digna de sobrevivir”


Arnoldo Gualino. Publicación

*Fuente de información de esta publicación, es un trabajo realizado por Talía Bermejo y forma parte de una investigación mayor, base de un proyecto curatorial y editorial sobre la obra de la artista Cecilia Marcovich. Dicho trabajo fue presentado en artículos; Congresos, Simposios y Jornadas en el C.C. K, Universidad de tres de Febrero, Universidad de M. del Plata.

Colaboración de Susana Tubert (nieta de Cecilia Marcovich), Alberto Giudici (crítico y artista, exalumno); Victoria Shraer (artista y educadora, exalumna).

Las fotografías de época, retratos de artista de la casa-museo, se deben a Horacio Coppola, Humberto Rivas y Rubén Fontana.

Fotografía de obras de: Rubén Fontana, Alejandro Saderman y Alberto Giudici.