lunes, 3 de febrero de 2014

COMBATE DE SAN LORENZO. José de San Martín


COMBATE DE SAN LORENZO
Don José de San Martín

Tuvo lugar el 3 de febrero de 1813, próximo al “Convento y Colegio de San Carlos Borromeo”, en la localidad de San Lorenzo de la Provincia de Santa Fe (Argentina); claustro de la Orden de Frailes Menores, comenzado en 1792 para reemplazar el heredado de los jesuitas, ubicado frente al río Carcarañá, albergaba desde 1796 a los religiosos en un edificio de estilo colonial.

La iglesia, comenzada en 1807, es obra del arquitecto Juan Bautista Segismundo, autor de la Recova de Buenos Aires; se hallaba inconcluso en 1813, cuando fue el combate.




El combate de San Lorenzo es el primer enfrentamiento en la "Guerra de Independencia Argentina"; combate librado por José Francisco de San Martín (1778-1850); entre las fuerzas independentistas argentinas y las colonialistas españolas o realistas; en defensa de la monarquía española.





Fernando VII de Borbón. España.

España era reinada por Fernando VII de Bobón. Una escuadra española comandada por el oficial de la marina  española Rafael Ruiz, estaba apostada en Montevideo, Uruguay; para su supervivencia realizaba incursiones de piratería por tierra y sobre los ríos Paraná y Uruguay para abastecerse de alimentos.

El gobierno de la revolución, para contrarrestarlos levantó baterías frente a la  Villa de Rosario y en Punta Gorda (aprox. 50 km. al norte de Rosario).

Las poblaciones de San Nicolás y San Pedro en octubre de 1812, habían sido cañodas, asaltadas y saqueadas.

Una expedición compuesta de once embarcaciones, realistas a las ordenes del corso español Rafael Ruiz y del capitán de desembarco Juan Antonio Zabala; con el plan de remontar el río Paraná, destruir las baterías del Rosario y Punta Gorda, subir hasta el Paraguay asaltando los buques de tráfico comercial.




La marcha de la flota, fue seguida paralelamente por tierra por el coronel de caballería José Francisco de San Martín, al frente de 125 hombres del "Regimiento de Granaderos a Caballo", recientemente creado por él.


El objetivo de este Regimiento, tenía el encargo del gobierno de Buenos Aires para proteger las costas del río Paraná, desde Zárate hasta Santa Fe.





Comandante militar, Celedonio Escalada

En la Villa del Rosario, (hoy Ciudad de Rosario); el comandante militar a su cargo,  Celedonio Escalada 1762-1819), reunió la milicia para oponerse al desembarco; consistía en 22 hombres armados, 30 de caballería y un pequeño cañón manejado por seis artilleros.
Unos disparos lograron que las embarcaciones continuaran navegando.

Escalada aporta al cuerpo de granaderos algunos milicianos santafesinos y caballos  









Convento de San Lorenzo

El desembarco de las once naves realista se produjo en lo que es hoy la ciudad de San Lorenzo (a 28 Km. al norte de Rosario); presumiendo que el Convento poseía los principales bienes de la zona.

A las 5.30 horas del amanecer, con la finalidad de saqueo para alimentar a la tropa realista; las naves anclaron más delante del Convento y a 200 metros de la costa.

Alrededor de 250 hombres avanzaron en dirección al Convento, en dos columnas paralelas de infantería en disposición de combate, dos piezas de artillería al centro y bandera desplegada.
El cuerpo de Granaderos Argentinos, estaba integrado por 125 hombres que se ocultaron detrás de los muros del convento.


Espadaña: (Campanario de pared vertical con vanos para el campanario arquitectura de origen español). San Martín utilizó este sitio por su altura para observar el avance de naves enemigas.

La táctica militar empleada por el General San Martín consistió en una maniobra envolvente, tomada de Napoleón: Se dividieron en dos columnas de algo más de 60 hombres cada una; por el flanco derecho al mando del Primer Escuadrón el capitán Justo Bermúdez con la misión de flanquear y cortar la retirada a los invasores.
El flanco izquierdo del Segundo Escuadrón al mando del entonces Coronel San Martín.

Resonó el clarín de guerra de los "Granaderos a Caballo", sable en mano y en aire de carga, tocando a degüello. 
La batalla sucedió varios cientos de metros más hacia el norte.
El ataque sorprende y desorganiza al ejército español, replegándose.
San Martín, al frente de su escuadrón, se encontró con la columna que mandaba en persona el comandante Zabala.



Caída del caballo de San Martín.

Una descarga de fusilería derriba al caballo de San Martín, inmovilizando sus piernas; un soldado español se disponía a herirlo con la bayoneta, siendo lanceado por el granadero Baigorria. 
En simultaneidad el soldado Juan Bautista Cabral (oriundo de la ciudad de Corrientes), libera a San Martín del caballo muerto; pero recibe dos heridas mortales.

El ejército español en su huida, abandona en el terreno sus muertos, heridos y artillería, replegando y resistiendo sobre el borde de la barranca, donde intentaron formar cuadro precipitándose muchos de ellos.

Desde las naves cañonean y disparan fusiles para proteger la retirada, una de sus balas hirió al capitán Bermúdez en el momento en que llevaba la segunda carga.
El teniente granadero Manuel Díaz Velez, que lo acompañaba y perseguía a Antonio Zabala; al detenerse su caballo intempestivamente, cae por la barranca.
El combate tuvo una duración de 15 minutos.



Galerías del patio interno del Convento.

Los muertos argentinos en combate fueron: los puntanos Juanario Luna, José Gregorio Franco y Basilio Bustos; los correntinos Juan Bautista Cabral y Feliciano Silva; los santiagueños Ramón Saavedra y Blas Vargas; los riojanos Ramón Amador y Domingo Soriano; los cordobeses José Márquez y José Manuel Díaz; el bonaerense Juan Mateo Gelvez; Domingo Porteau, nacido en España, en Los Pirineos, quien luchaba junto a San Martín, y el chileno Julián Alzogaray. 


Además, hubo 26 heridos, entre ellos el capitán Bermúdez, fallecido 14 días después de la batalla.

Cuarenta fueron las bajas producidas entre la tropa española; 14 prisioneros de ellos, 12 heridos sin incluir los que se desplomaron. Dos cañones, 40 fusiles, 4 bayonetas y una bandera arrebatada al abanderado oficial Hipólito Bouchard.

San Martín cita como colaboradores: al párroco Dr. Julián Navarro, quien suministró auxilios espirituales en el campo de batalla y los oficiales voluntarios D. Vicente Mármol, y D. Julián Corvera.
A petición del jefe español, San Martín dispuso víveres y atención para los heridos enemigos.



Refectorio del Convento de San Lorenzo.

En el refectorio principal del Convento (comedor de los frailes), se instaló el hospital de campaña tras el combate; y allí murió el sargento Juan Bautista Cabral.

A la sombra de un pino que pasará a la historia, del Combate de San Lorenzo, San Martín firmó el parte de la victoria.

Fue más una escaramuza que una batalla propiamente dicha por lo breve y pequeña magnitud. Constituyó el “Bautismo de fuego" para el recién creado "Cuerpo de Granaderos”.
Este victoria otorgó seguridad a las poblaciones del litoral de los ríos Paraná y Uruguay, conservando el comercio y las comunicaciones con el Paraguay.



Pino Histórico: Árbol emblemático, ubicado en la Avda. San Martín (prolongación de la ruta N° 11), de la ciudad de San Lorenzo, próximo al Convento de San Carlos.
San Martín redactó un informe a la sombra del pino, que pasó a la historia como mudo testigo de la hazaña patria.

En 1955 el gobierno nacional encomendara al científico japonés Miyamoto  Katsusaburo (fallecido en 1970 en Japón) la tarea salvar al árbol, de un microbio que atacaba sus raíces. Logró hacerlo reverdecer aplicándole una hormona vegetal de su descubrimiento, denominada: 'auxina'.
El anciano árbol finalmente se secó en el año 2012.

Derrota de los españoles en Montevideo: El capitán Guillermo Brown venció a la flota española en el Puerto del Buceo, actual Montevideo entre el 14 y 17 de mayo de 1814, ese mismo año fue expulsado el gobernador español.



Escuadrón de Granaderos 
Creado el 7 de diciembre de 1812, el diseño original de los uniformes militares fue basado en el sistema militar sueco.
El término “granadero”; es de origen militar europeo: referido a un soldado de elevada estatura perteneciente a una compañía que formaba a la cabeza del regimiento empleando granadas o  proyectiles incendiarios.






   Custodia de la tumba del Gral. San Martín, Catedral de Buenos 
  Aires
En 1825, los granaderos sobrevivientes a la Campaña Libertadora, iniciada con el "Cruce de la cordillera de Los Andes", la "Liberación de Chile" y la continuación de la "Guerra contra el español en el Perú" y en los "¨Países vecinos"; retornaron a Chile.
A principios de 1826 cruzan la cordillera y llegan a Mendoza. No disponían del dinero suficiente para solventar su regreso a Buenos Aires. 
Un vecino puso de su dinero los fondos necesarios.
Una caravana de 23 carretas y 78 granaderos emprendieron el viaje a Buenos Aires.

De esos 78, siete habían participado en el regimiento desde el “Combate de San Lorenzo”: el coronel Félix Bogado, Paulino Rojas, Francisco Olmos, Segundo Patricio Gómez, Dámaso Rosales, Francisco Varga y el trompeta Miguel Chepoya.
Tenían la esperanza, que pronto verían trunca, de cobrar los sueldos atrasados.
No los recibieron con loas ni nada. Volvían andrajosos, enfermos, tras 10 años de no ver a su familia ni su terruño.
Los repartieron en diferentes reparticiones del ejército. Así nomás, como si fueran comunes soldados.
Rivadavia días después de la llegada de éstos, decide disolver el cuerpo de granaderos.

San Martín, que había fallecido el 17 de agosto de 1850
Luego de treinta años de su fallecimiento, se cumplía la cláusula que el Libertador había dispuesto en su testamento, de que "desearía que mi corazón fuese depositado en Buenos Aires".
Los restos del general llegaron a Buenos Aires el 24 de mayo de 1880; transportados en el buque “Villarino”, transporte a vapor que hacía su viaje inaugural, y que había zarpado de El Harve.

Ya ancianos aquellos que acompañaron a San Martín, se visten con sus andrajosos uniformes, guardados con cariño y respeto.
Marcharon a caballo a recibir a San Martín. Lo acompañaron hasta su tumba y se quedaron, en guardia, toda la noche. “Don José había vuelto a la Patria”.
Todos lo vieron, todos supieron que eran esos Granaderos.
Al alba, dejaron su guardia y no los volvieron a ver. Jamás supieron los nombres, jamás se los preguntaron.
Años después, Roca, firma el decreto que crea al “Regimiento de Granaderos”, con base al mejor de caballería, utilizando de parada, el uniforme diseñado por San Martín.
Será el presidente de la República José Figueroa Alcorta quien los nombra a los Granaderos, como escolta presidencial, y desde entonces, todas las mañanas, marchan siete granaderos, desde casa rosada hasta la catedral.

Siete granaderos, turnándose al cabo del día, en la guardia, para custodiar a don José. Por eso son siete, y no un número mayor o par. Por los siete anónimos que lo escoltaron y cuidaron en su primer noche.



Marcha de San Lorenzo: El 30 de octubre de 1902, en ocasión de inaugurarse en la ciudad de Santa Fe, el Monumento al general San Martín; fue estrenada la “Marcha de San Lorenzo”; que alude a los hechos descriptos, con letra de Carlos Javier Benielli y música de Cayetano Alberto Silva.


Pintura alegórica a la batalla de San Lorenzo: Pintada por el artista catalán Pedro Blanqué (1849-1928). En 1880 se radicada en Rosario, siendo uno de los primeros maestros y profesores de arte; En el museo Histórico de Rosario se conserva una pintura al óleo de su autoría: “Combate de San Lorenzo”.





MARCHA S. LORENZO (Música)
Su autor, Cayetano Alberto Silva, era uruguayo, nacido el 7 de agosto de 1868 en Maldonado (Rep.Oriental del Uruguay), hijo de Natalia Silva, una esclava de la familia que le dio el apellido.
Estudió música el la "Banda Oriental de San Carlos" con el maestro Rianldi. En 1879 ingresó en la Escuela de Artes y Oficios de Montevideo donde se integró a la banda dirigida por Gerardo Grasso, quien le enseñó violín y solfeo. 
En 1880 viajó a Buenos Aires, donde incursionó en el Teatro Colón y asiste a la Escuela de música que dirigía Pablo Berutti.
Se trasladó luego a Rosario, donde fue nombrado maestro de la Banda del Regimiento 7° de Infantería. Se casa con Filomena Santanelli y tuvieron ocho hijos.
En 1898, al ser contratado por la Sociedad Italiana de Venado Tuerto,  se muda con su familia a esa ciudad, donde funda un centro lírico, enseña música y crea la "Rondalla " con la que actúa en el Carnaval de 1900.
Escribió la música para las obras teatrales "Canillita" y "Cédulas de San Juan" de su compatriota y amigo Florencio Sánchez, así como otras marchas militares:
"Curupaytí", "San Genaro" (en homenaje a este pueblo de Santa Fe), "Río Negro", "22 de Julio" y "Tuyutí".






“Museo Regional Cayetano Silva”, Venado Tuerto. Pcia. S. Fe

La partitura musical que después conoceríamos como "Marcha de San Lorenzo", fue compuesta por Silva para dedicársela al Coronel Pablo Ricchieri, Ministro de Guerra de la Nación en ese entonces y modernizador del Ejército Argentino....  El Ministro agradeció el homenaje pero le pidió que le cambiara el título por "Combate de San Lorenzo", lugar donde él había nacido y escenario  de la contienda que el General San Martín llevó a cabo en territorio argentino.
Fue estrenada oficialmente en 1902 (sin letra) en las cercanías del histórico Convento de San Carlos donde se gestó la batalla de San Lorenzo...
Ese día la marcha fue designada Marcha Oficial del Ejército Argentino.
Asistieron el Presidente de la Nación, General Julio A. Roca, y el Ministro Ricchieri.
En 1920, Silva fallece por serios problemas de salud.
Sus restos fueron trasladados en 1997 al Cementerio Municipal de Venado Tuerto, Pcia. de S. Fe; a través de gestiones efectuadas por la Asociación Amigos de la Casa Histórica Cayetano A. Silva. Esta casa, es Sede del Museo Regional, Archivo Histórico, y sede de la “Banda Municipal Cayetano A. Silva”, en Maipú 966, Venado Tuerto, y es en la que vivió el compositor. 



Carlos Javier Benielli (Letra)
En 1907 su vecino y amigo de Venado Tuerto, Carlos Javier   Benielli, (1878-1934), le agregaría la letra que luego sería adaptada para las escuelas.
(También escribió las letras de "Curupaytí" y "Tuyutí").
Años después, acosado por la pobreza, Cayetano Silva vendería los derechos de la marcha a un editor de Buenos Aires en $ 50 de esa época, una suma insignificante.
La marcha se hizo famosa (en Europa se considera una de la cinco mejores partituras militares de la historia) y estuvo presente en momentos históricos fundamentales:

 * El Gobierno inglés solicitó autorización a nuestro país y fue ejecutada el 22 de Junio de 1911 durante la coronación del Rey Jorge V.
* Se ejecuta habitualmente en los cambios de guardia del palacio de Buckingham, modalidad que estuvo suspendida únicamente durante el conflicto  en las islas del Sur.
 * Fue incorporada al repertorio de bandas militares de Uruguay, Brasil y Polonia, entre otras.
 * Fue usada como música incidental en algunas películas (Rescatando al Soldado Ryan, por ejemplo).
 * El Ejército Argentino, en la época previa al nazismo, le regaló la Marcha de San Lorenzo al Ejército Alemán como muestra de amistad, y a cambio éste nos obsequió la marcha "Alten Kameraden" (Viejos camaradas) que hemos escuchado en numerosas ocasiones en nuestras fiestas patrias.
* Durante la Segunda Guerra Mundial, la Marcha de San Lorenzo fue tocada por los alemanes en París cuando entraron por el Arco de Triunfo de esa ciudad.

A manera de desagravio, el General Dwight  Einsenhower  también la hizo ejecutar cuando el ejército aliado entró en París para liberarla.
Cayetano Silva fue también empleado en la banda policial. Tras serios problemas de salud, falleció en Rosario el 18 de Enero de 1920.
Por ser de raza negra, la Policía de Santa Fe le negó sepultura en el Panteón Policial, y  fue sepultado sin nombre.
Recién en 1997 sus restos fueron trasladados al Cementerio Municipal de Venado Tuerto.






Marcha de San Lorenzo

Febo asoma; ya sus rayos
iluminan el histórico convento;
tras los muros, sordo ruido
oír se deja de corceles y de acero;
son las huestes que prepara
San Martín para luchar en San Lorenzo;
el clarín estridente sonó
y a la voz del gran jefe
a la carga ordenó.

Avanza el enemigo
a paso redoblado,
al viento desplegado
su rojo pabellón
al viento desplegado
su rojo pabellón.

Y nuestros granaderos,
aliados de la gloria,
inscriben en la historia
su página mejor.

Inscriben en la historia
su página mejor.

Cabral, soldado heroico,
cubriéndose de gloria,
cual precio a la victoria,
su vida rinde, haciéndose inmortal.

Y allí, salvo su arrojo,
la libertad naciente
de medio continente.

¡Honor, honor al gran Cabral!
Y allí, salvo su arrojo,
la libertad naciente
de medio continente.

¡Honor, honor al gran Cabral!






Frases de San Martín
- Seamos libres, qué lo 
 demás no importa nada
- Una derrota peleada vale más que una victoria casual
- Mi sable nunca saldrá de la vaina por opiniones políticas.
- La conciencia es el mejor juez que tiene un hombre de bien.
- Hace más ruido un solo hombre gritando que cien mil que están callados
- Cuando la patria está en peligro, todo está permitido, excepto, no 
  defenderla.
- La biblioteca destinada a la educación universal, es más poderosa que 
  nuestros  
  ejércitos.
- Un buen gobierno no está asegurado por la liberalidad de sus principios, 
  pero sí por la influencia que tiene en la felicidad de los que obedecen
                      Artículo e investigación: Prof.\Lic. Arnoldo Gualino

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