Don
José de San Martín
Tuvo lugar el 3 de febrero de 1813, próximo
al “Convento y Colegio de San Carlos
Borromeo”, en la localidad de San Lorenzo de la Provincia de Santa Fe
(Argentina); claustro de la Orden de Frailes Menores, comenzado en 1792 para
reemplazar el heredado de los jesuitas, ubicado frente al río Carcarañá,
albergaba desde 1796 a
los religiosos en un edificio de estilo colonial.
La iglesia, comenzada en 1807, es obra del
arquitecto Juan Bautista Segismundo, autor de la Recova de Buenos Aires; se
hallaba inconcluso en 1813, cuando fue el combate.
El combate de San Lorenzo es el primer enfrentamiento en la "Guerra de Independencia Argentina"; combate librado
por José Francisco de San Martín (1778-1850); entre las fuerzas independentistas argentinas y las colonialistas españolas o realistas; en defensa de la monarquía española.
Fernando VII de Borbón. España.
España era reinada por Fernando VII de
Bobón. Una escuadra española comandada por el oficial de la marina española Rafael Ruiz, estaba apostada en
Montevideo, Uruguay; para su supervivencia realizaba incursiones de piratería
por tierra y sobre los ríos Paraná y Uruguay para abastecerse de alimentos.
El gobierno de la revolución, para
contrarrestarlos levantó baterías frente a la Villa de Rosario y en Punta Gorda (aprox. 50 km . al norte de Rosario).
Las poblaciones de San Nicolás y San Pedro
en octubre de 1812, habían sido cañodas, asaltadas y saqueadas.
Una expedición compuesta de once
embarcaciones, realistas a las ordenes del corso español Rafael Ruiz y del
capitán de
desembarco Juan Antonio Zabala; con el plan de remontar el río Paraná, destruir las
baterías del Rosario y Punta Gorda, subir hasta el Paraguay asaltando los
buques de tráfico comercial.
El objetivo de este Regimiento, tenía el
encargo del gobierno de Buenos Aires para proteger las costas del río Paraná,
desde Zárate hasta Santa Fe.
Comandante militar, Celedonio Escalada
En la Villa del Rosario, (hoy Ciudad de Rosario); el comandante
militar a su cargo, Celedonio Escalada 1762-1819), reunió la milicia para oponerse al
desembarco; consistía en 22 hombres armados, 30 de caballería y un pequeño cañón manejado por seis artilleros.
Unos disparos lograron que las embarcaciones continuaran navegando.
Escalada aporta al cuerpo de
granaderos algunos milicianos santafesinos y caballos
Convento de San Lorenzo
El desembarco de las once naves realista se
produjo en lo que es hoy la ciudad de San Lorenzo (a 28 Km . al norte de Rosario); presumiendo
que el Convento poseía los principales bienes de la zona.
A las 5.30 horas del amanecer, con la finalidad de saqueo para alimentar a la tropa realista; las naves anclaron más delante del Convento
y a 200 metros
de la costa.
Alrededor de 250 hombres avanzaron en dirección al Convento, en dos columnas paralelas de
infantería en disposición de combate, dos piezas de artillería al centro y bandera
desplegada.
El cuerpo de Granaderos Argentinos, estaba
integrado por 125 hombres que se ocultaron detrás de los muros del convento.
Espadaña: (Campanario de pared vertical con vanos para el campanario arquitectura de origen español). San Martín utilizó este sitio por su altura para observar el avance de naves enemigas.
La táctica militar empleada por el General
San Martín consistió en una maniobra envolvente, tomada de Napoleón: Se dividieron en dos columnas de algo
más de 60 hombres cada una; por el flanco derecho al mando del Primer Escuadrón el
capitán Justo Bermúdez con la misión de flanquear y cortar la retirada a los
invasores.
El flanco izquierdo del Segundo Escuadrón al
mando del entonces Coronel San Martín.
Resonó el clarín de guerra de los "Granaderos a Caballo", sable en mano y en aire de carga, tocando a degüello.
La
batalla sucedió varios cientos de metros más hacia el norte.
El ataque sorprende y desorganiza al
ejército español, replegándose.
San Martín, al frente de su escuadrón, se
encontró con la columna que mandaba en persona el comandante Zabala.
Una descarga de fusilería derriba al
caballo de San Martín, inmovilizando sus piernas; un soldado español se
disponía a herirlo con la bayoneta, siendo lanceado por el granadero Baigorria.
En simultaneidad el soldado Juan Bautista Cabral (oriundo de la ciudad de
Corrientes), libera a San Martín del caballo muerto; pero recibe dos heridas
mortales.
El ejército español en su huida, abandona en el terreno sus
muertos, heridos y artillería, replegando y resistiendo sobre el borde de la
barranca, donde intentaron formar cuadro precipitándose muchos de ellos.
Desde las naves cañonean y disparan fusiles
para proteger la retirada, una de sus balas hirió al capitán Bermúdez en el
momento en que llevaba la segunda carga.
El teniente granadero Manuel Díaz Velez, que lo
acompañaba y perseguía a Antonio Zabala; al detenerse su caballo intempestivamente, cae por la barranca.
El combate tuvo una duración de 15 minutos.
Galerías del patio interno del Convento.
Los muertos argentinos en combate fueron: los puntanos Juanario Luna, José
Gregorio Franco y Basilio Bustos; los correntinos Juan Bautista Cabral y
Feliciano Silva; los santiagueños Ramón Saavedra y Blas Vargas; los riojanos
Ramón Amador y Domingo Soriano; los cordobeses José Márquez y José Manuel Díaz;
el bonaerense Juan Mateo Gelvez; Domingo Porteau, nacido en España, en Los
Pirineos, quien luchaba junto a San Martín, y el chileno Julián Alzogaray.
Además, hubo 26 heridos, entre ellos el capitán Bermúdez, fallecido 14 días
después de la batalla.
Cuarenta fueron las bajas producidas entre
la tropa española; 14 prisioneros de ellos, 12 heridos sin incluir los que se
desplomaron. Dos cañones, 40 fusiles, 4 bayonetas y una bandera arrebatada al
abanderado oficial Hipólito Bouchard.
San Martín cita como colaboradores: al párroco
Dr. Julián Navarro, quien suministró auxilios espirituales en el campo de
batalla y los oficiales voluntarios D. Vicente Mármol, y D. Julián Corvera.
A petición del jefe español, San Martín dispuso
víveres y atención para los heridos enemigos.
En el refectorio principal del Convento (comedor
de los frailes), se instaló el hospital de campaña tras el combate; y allí
murió el sargento Juan Bautista Cabral.
A la sombra de un pino que pasará a la
historia, del Combate de San Lorenzo, San Martín firmó el parte de la victoria.
Fue más una escaramuza que una batalla
propiamente dicha por lo breve y pequeña magnitud. Constituyó el “Bautismo de
fuego" para el recién creado "Cuerpo de Granaderos”.
Este victoria otorgó seguridad a las
poblaciones del litoral de los ríos Paraná y Uruguay, conservando el comercio y
las comunicaciones con el Paraguay.
Pino
Histórico: Árbol emblemático, ubicado en la Avda. San Martín (prolongación de la ruta
N° 11), de la ciudad de San Lorenzo, próximo al Convento de San Carlos.
San Martín redactó un informe a la sombra
del pino, que pasó a la historia como mudo testigo de la hazaña patria.
En 1955 el gobierno nacional encomendara al
científico japonés Miyamoto Katsusaburo
(fallecido en 1970 en Japón) la tarea salvar al árbol, de un microbio que
atacaba sus raíces. Logró hacerlo reverdecer aplicándole una hormona vegetal de
su descubrimiento, denominada: 'auxina'.
El anciano árbol finalmente se secó en el
año 2012.
Derrota
de los españoles en Montevideo: El capitán Guillermo Brown venció a la
flota española en el Puerto del Buceo, actual Montevideo entre el 14 y 17 de
mayo de 1814, ese mismo año fue expulsado el gobernador español.
Creado el 7 de diciembre de 1812, el diseño original de
los uniformes militares fue basado en el sistema militar sueco.
El término “granadero”; es de origen militar
europeo: referido a un soldado de elevada estatura perteneciente a una compañía
que formaba a la cabeza del regimiento empleando granadas o proyectiles incendiarios.
Custodia de la tumba del Gral. San
Martín, Catedral de Buenos
Aires
En 1825, los
granaderos sobrevivientes a la Campaña Libertadora, iniciada con el "Cruce de la
cordillera de Los Andes", la "Liberación de Chile" y la continuación de la "Guerra
contra el español en el Perú" y en los "¨Países vecinos"; retornaron a Chile.
A principios
de 1826 cruzan la cordillera y llegan a Mendoza. No disponían del dinero suficiente para solventar su
regreso a Buenos Aires.
Un vecino puso de su dinero los fondos
necesarios.
Una caravana
de 23 carretas y 78 granaderos emprendieron el viaje a Buenos Aires.
De esos 78,
siete habían participado en el regimiento desde el “Combate de San Lorenzo”: el coronel Félix Bogado, Paulino Rojas,
Francisco Olmos, Segundo Patricio Gómez, Dámaso Rosales, Francisco Varga y el
trompeta Miguel Chepoya.
Tenían la
esperanza, que pronto verían trunca, de cobrar los sueldos atrasados.
No los
recibieron con loas ni nada. Volvían andrajosos, enfermos, tras 10 años de no
ver a su familia ni su terruño.
Los
repartieron en diferentes reparticiones del ejército. Así nomás, como si fueran
comunes soldados.
Rivadavia días
después de la llegada de éstos, decide disolver el cuerpo de granaderos.
San Martín,
que había fallecido el 17 de agosto de 1850
Luego de
treinta años de su fallecimiento, se cumplía la cláusula que el Libertador
había dispuesto en su testamento, de que "desearía que mi corazón fuese depositado en Buenos Aires".
Los restos del
general llegaron a Buenos Aires el 24 de mayo de 1880; transportados en el buque
“Villarino”, transporte a vapor que
hacía su viaje inaugural, y que había zarpado de El Harve.
Ya ancianos
aquellos que acompañaron a San Martín, se visten con sus andrajosos uniformes,
guardados con cariño y respeto.
Marcharon a
caballo a recibir a San Martín. Lo acompañaron hasta su tumba y se quedaron, en
guardia, toda la noche. “Don José había vuelto a la Patria”.
Todos lo
vieron, todos supieron que eran esos Granaderos.
Al alba,
dejaron su guardia y no los volvieron a ver. Jamás supieron los nombres, jamás
se los preguntaron.
Años después,
Roca, firma el decreto que crea al “Regimiento
de Granaderos”, con base al mejor de caballería, utilizando de parada, el
uniforme diseñado por San Martín.
Será el
presidente de la República José Figueroa Alcorta quien los nombra a los Granaderos,
como escolta presidencial, y desde entonces, todas las mañanas, marchan siete
granaderos, desde casa rosada hasta la catedral.
Siete
granaderos, turnándose al cabo del día, en la guardia, para custodiar a don
José. Por eso son siete, y no un número mayor o par. Por los siete anónimos que
lo escoltaron y cuidaron en su primer noche.
Marcha
de San Lorenzo: El 30 de octubre de 1902, en ocasión de inaugurarse en
la ciudad de Santa Fe, el Monumento al general San Martín; fue estrenada la “Marcha de San Lorenzo”; que alude a los
hechos descriptos, con letra de Carlos Javier Benielli y música de Cayetano
Alberto Silva.
Pintura
alegórica a la batalla de San Lorenzo: Pintada por el artista catalán Pedro
Blanqué (1849-1928). En 1880 se radicada en Rosario, siendo uno de los primeros
maestros y profesores de arte; En el museo Histórico de Rosario se conserva una
pintura al óleo de su autoría: “Combate
de San Lorenzo”.
La partitura musical que después conoceríamos como "Marcha de San Lorenzo",
fue compuesta por Silva para dedicársela al Coronel Pablo Ricchieri, Ministro
de Guerra de la Nación en ese entonces y modernizador del Ejército
Argentino.... El Ministro agradeció el
homenaje pero le pidió que le cambiara el título por "Combate de San
Lorenzo", lugar donde él había nacido y escenario de la contienda que el General San Martín
llevó a cabo en territorio argentino.
MARCHA S. LORENZO (Música)
Su autor, Cayetano Alberto Silva, era uruguayo, nacido el 7 de agosto de
1868 en Maldonado (Rep.Oriental del Uruguay), hijo de Natalia Silva, una esclava de la familia que le dio
el apellido.
Estudió música el la "Banda Oriental de San Carlos" con el maestro Rianldi. En 1879 ingresó en la Escuela de Artes y Oficios de Montevideo donde se integró a la banda dirigida por Gerardo Grasso, quien le enseñó violín y solfeo.
En 1880 viajó a Buenos Aires, donde incursionó en el Teatro Colón y asiste a la Escuela de música que dirigía Pablo Berutti.
En 1880 viajó a Buenos Aires, donde incursionó en el Teatro Colón y asiste a la Escuela de música que dirigía Pablo Berutti.
Se trasladó luego a Rosario, donde fue nombrado maestro de la Banda del
Regimiento 7° de Infantería. Se casa con Filomena Santanelli y tuvieron ocho hijos.
En 1898, al ser contratado por la Sociedad Italiana de Venado Tuerto, se muda con su familia a esa ciudad, donde
funda un centro lírico, enseña música y crea la "Rondalla " con la
que actúa en el Carnaval de 1900.
Escribió la música para las obras teatrales "Canillita" y
"Cédulas de San Juan" de su compatriota y amigo Florencio Sánchez,
así como otras marchas militares:
"Curupaytí", "San Genaro" (en homenaje a este pueblo
de Santa Fe), "Río Negro", "22 de Julio" y
"Tuyutí".
“Museo Regional Cayetano Silva”, Venado Tuerto. Pcia. S. Fe
Fue estrenada oficialmente en 1902 (sin letra) en las cercanías del
histórico Convento de San Carlos donde se gestó la batalla de San Lorenzo...
Ese día la marcha fue designada Marcha Oficial del Ejército Argentino.
Asistieron el Presidente de la Nación, General Julio A. Roca, y el Ministro
Ricchieri.
En 1920, Silva
fallece por serios problemas de salud.
Sus restos
fueron trasladados en 1997 al Cementerio Municipal de Venado Tuerto, Pcia. de
S. Fe; a través de gestiones efectuadas por la Asociación Amigos de la Casa
Histórica Cayetano A. Silva. Esta casa, es Sede del Museo Regional, Archivo Histórico,
y sede de la “Banda Municipal Cayetano A. Silva”, en Maipú 966, Venado Tuerto,
y es en la que vivió el compositor.
Carlos Javier Benielli (Letra)
En 1907 su vecino y amigo de Venado Tuerto, Carlos Javier Benielli, (1878-1934), le agregaría la letra que luego sería adaptada para las escuelas.
En 1907 su vecino y amigo de Venado Tuerto, Carlos Javier Benielli, (1878-1934), le agregaría la letra que luego sería adaptada para las escuelas.
(También escribió las letras de "Curupaytí" y
"Tuyutí").
Años después, acosado por la pobreza, Cayetano Silva vendería los derechos
de la marcha a un editor de Buenos Aires en $ 50 de esa época, una suma
insignificante.
La marcha se hizo famosa (en Europa se considera una de la cinco mejores
partituras militares de la historia) y estuvo presente en momentos históricos
fundamentales:
* El Gobierno inglés solicitó
autorización a nuestro país y fue ejecutada el 22 de Junio de 1911 durante la
coronación del Rey Jorge V.
* Se ejecuta habitualmente en los cambios de guardia del palacio de
Buckingham, modalidad que estuvo suspendida únicamente durante el
conflicto en las islas del Sur.
* Fue incorporada al repertorio de
bandas militares de Uruguay, Brasil y Polonia, entre otras.
* Fue usada como música incidental
en algunas películas (Rescatando al Soldado Ryan, por ejemplo).
* El Ejército Argentino, en la época
previa al nazismo, le regaló la Marcha de San Lorenzo al Ejército Alemán como
muestra de amistad, y a cambio éste nos obsequió la marcha "Alten
Kameraden" (Viejos camaradas) que hemos escuchado en numerosas ocasiones
en nuestras fiestas patrias.
* Durante la Segunda Guerra Mundial, la Marcha de San Lorenzo fue tocada
por los alemanes en París cuando entraron por el Arco de Triunfo de esa ciudad.
A manera de desagravio, el General Dwight
Einsenhower también la hizo
ejecutar cuando el ejército aliado entró en París para liberarla.
Cayetano Silva fue también empleado en la banda policial. Tras serios
problemas de salud, falleció en Rosario el 18 de Enero de 1920.
Por ser de raza negra, la Policía de Santa Fe le negó sepultura en el
Panteón Policial, y fue sepultado sin
nombre.
Recién en 1997 sus restos fueron trasladados al Cementerio Municipal de
Venado Tuerto.
Febo asoma; ya
sus rayos
iluminan el
histórico convento;
tras los
muros, sordo ruido
oír se deja de
corceles y de acero;
son las
huestes que prepara
San Martín
para luchar en San Lorenzo;
el clarín
estridente sonó
y a la voz del
gran jefe
a la carga
ordenó.
Avanza el
enemigo
a paso
redoblado,
al viento
desplegado
su rojo
pabellón
al viento
desplegado
su rojo
pabellón.
Y nuestros
granaderos,
aliados de la
gloria,
inscriben en
la historia
su página
mejor.
Inscriben en
la historia
su página
mejor.
Cabral,
soldado heroico,
cubriéndose de
gloria,
cual precio a
la victoria,
su vida rinde,
haciéndose inmortal.
Y allí, salvo
su arrojo,
la libertad
naciente
de medio
continente.
¡Honor, honor
al gran Cabral!
Y allí, salvo
su arrojo,
la libertad
naciente
de medio
continente.
¡Honor, honor
al gran Cabral!
Frases de San Martín
- Seamos libres, qué lo
demás no
importa nada
- Una derrota peleada vale más que
una victoria casual
- Mi sable nunca saldrá de la
vaina por opiniones políticas.
- La conciencia es el mejor juez
que tiene un hombre de bien.
- Hace más ruido un solo hombre
gritando que cien mil que están callados
- Cuando la patria está en
peligro, todo está permitido, excepto, no
defenderla.
- La biblioteca destinada a la
educación universal, es más poderosa que
nuestros
ejércitos.
- Un buen gobierno no está
asegurado por la liberalidad de sus principios,
pero sí por la influencia que tiene en la felicidad de los que obedecen
Artículo e investigación: Prof.\Lic. Arnoldo Gualino
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