CHARLES BAUDELAIRE
Poeta, novelista y
crítico de arte francés
Nacido en París
Cuando nació Charles en 1821, su
madre Caroline Dufaÿs, tenía 30 años y su padre 60.
Joseph-François Baudelaire su
padre falleció en 1827, cuando Charles tenía apenas cinco años. Dejó una
pequeña herencia.
Su madre cambió de residencia y a menos de haber pasado dos años se casó con Jacques Aupick; que llegó a ser
general comandante de la plaza fuerte de París.
*Baudelaire, foto tomada por Gaspard-Félix
Tournachon, conocido como “Nadar” (Francés 1820-1910), fue fotógrafo,
periodista, ilustrador, caricaturista y aeronauta. Fotografió a celebridades.
*Retrato de su madre Caroline Dufaÿs y su padrastro Jacques Aupick.
Su familia en 1832 se traslada a
Lyon, se inscribe en el “Colegio Real”, donde estudió hasta 1836, año en que
regresaron a París. Fue su madre quien le enseñó inglés.
Continuó sus estudios en el “Liceo
Louis-le-Grand”; expulsado en 1839 por indisciplina.
En esa época lee a Charles
Augustin Sainte-Beuve (francés 1804 -1869), crítico literario y escritor.
Introductor del “Método crítico de Sainte-Beuve”, basado que la obra de un
escritor era siempre el reflejo de su vida y podía ser explicada a través de
ella.
André Marie Chénier (Estambul,
1762 - París 1794); poeta ejecutado durante el periodo del Terror de
la Revolución francesa: por las características de su poesía es considerado entre
los precursores del Romanticismo.
Chenier y Louis-Charles-Alfred de
Musset (francés 1810 –1857), escritor y dramaturgo, de los primeros escritores
en adoptar el estilo del romanticismo.
*Edgar Alan Poe, uno de sus escritores predilectos y que admiró.
En 1840 retorna a París inicia sus
estudios de Derecho, en simultaneidad comienza a frecuentar a la juventud
literaria del Barrio Latino y conoce a nuevas amistades, como Gustave
Levavasseur y Ernest Prarond; Gérard de Nerval; Sainte-Beuve, Théodore de
Banville; Honoré Balzac, Louis Ménard.
Finaliza sus estudios y obtiene el título universitario.
*Madame Apollonie Sabatier
Fue una de las cuatro mujeres (Caroline, Jeanne Duval, ella misma y Marie Daubrun); sus flirteos más significativos que inspiraron la famosa obra de Charles Baudelaire , “Les Fleurs du Mal”, aquí representada en las obras del escultor, francés
Finaliza sus estudios y obtiene el título universitario.
En 1848 estalló la revolución en
Francia, movimiento sociopolítico en el que Baudelaire participó activamente.
Ese mismo año también fundó el
periódico “Le Salut Publica” y comenzó a traducir al escritor estadounidense
Edgar Allan Poe, tarea que le ocupó hasta 1865.
* Sarah "La Lauchette". Pintura de Toulouse Lautrec
En su época de estudiante conoce a esta joven prostitut. No era bella, le puso de sobrenombre Louchette: es bizca, casi calva cubría su calvicie con una peluca.
Boudelaire con 25 años se contagia del sífilis enfermedad que le causó años después la muerte.
Claramente su padecimiento es reflejado en las poesías, son verdaderas rebeliones, contra todo orden, moral y creencia.
Expresiones de la realidad aparecen atormentadas y con toda crudeza.
Por ser mayor de edad, reclamó la herencia paterna, pero en breve tiempo dilapidó la mitad de la herencia; por lo cual su padrastro designó un notario para que administrase su patrimonio y le es asignada una pequeña renta mensual.
A inicios de 1845 tras las primeras consecuencias de la enfermedad intentó suicidarse. Como refugio comenzó a ingerir alcohol y drogas.
Su padrastro, el comandante
Aupick, para alejarlo del equivocado camino del joven poeta, dispuso en 1841
realizara un viaje programado de 18 meses, rumbo Burdeos, para que embarque a los
mares del sur y Calcuta, en compañía de comerciantes y oficiales del ejército.
En este periodo escribe uno de sus
poemas más célebres "El Albatros". En la mitad del trayecto, en la isla de
Mauricios, decide retornar a París y a sus relaciones con los grupos de poetas,
artistas y prostitutas.
El mundo de las urbes modernas por
entonces mostraba grandes acontecimientos y cambios.
El “Mouline Rouge”, antiguo cabaret parisino. La vida nocturna de finales del
siglo XIX.
Tal vez ignorando la fragilidad
del ser, despierta en él una feroz rebeldía, e intensidad de consumir el
tiempo. Se convierte en un noctámbulo refugiado en todos los vicios y placeres.
Boudelaire se reveló como el
verdadero rostro de la ciudad moderna, como su seña de identidad, y en su obra se
convirtió en el fundamento de una época lo que había sido una necesidad suya:
la calle, la vida urbana, eran su refugio frente a problemas económicos y
amorosos.
Tuvo amistad con Honoré Balzac (francés 1799-1850); novelista representante de la “Novela Realista” del siglo XIX.
Baudelaire, obtuvo aportes literarios de los escritores Théophile Gautier, Joseph de Maistre (de quien reconoce que le había enseñado a pensar) y en particular a Edgar Allan Poe, a quien tradujo extensamente.
Algunos autores consideran a Baudelaire quien acuñó el término “Modernité”
para referenciar de manera crítica, al modo de la vida en la metrópolis urbana, y el ojo observador del artista para capturar dicho experiencia.
* Richard Wagner, Músico y Director.
Por entonces inicia en la Crítica de Arte; publicando, un Ensayo “Le Salon de 1845”, es una referencia elogiosa a la obra de pintores como Delacroix y Manet, entonces todavía muy discutidos.
Excelente muestra de su trabajo como crítico son sus “Curiosidades estéticas”, recopilación póstuma de sus apreciaciones acerca de los salones, al igual que “El Arte Romántico” (1868), obra que reunió todos sus trabajos de crítica literaria.
Colaboró en revistas con artículos y poemas.
Fue de los primeros en realizar una crítica de una obra musical destacando la relacionada con el músico, director alemán Richard Wagner (1813-1883); a quien consideraba como la síntesis de un arte nuevo.
Los críticos sostienen que las posteriores corrientes musicales expresionistas e Impresionistas recibieron la influencia de este Wagner, al igual que la música contemporánea.
Jeanne (Haití 1820-París 1862) actriz, bailarina
y modelo de ascendencia francesa y africana. él llamaba mi "Venus negra".
De regreso a París
Baudelaire inicia una relación que durará 20 años, será su musa.
De regreso a París
Persona sencilla, conflictiva
y exuberante producía al poeta sentimientos ambivalentes de amor y odio.
Le escribe este poema
"El vampiro"
Tú que, como una cuchillada,
En mi corazón doliente has
entrado;
Tú que, fuerte como un tropel
De demonios, llegas, loca y
adornada,
De mi espíritu humillado
Haces tu lecho y tu imperio,
—Infame a quien estoy ligado,
Como el forzado a la cadena,
Como al juego el jugador
empedernido,
Como a la botella el borracho,
Como a los gusanos la carroña,
— ¡Maldita, maldita seas!
He implorado a la espada rápida
La conquista de mi libertad,
Y he dicho al veneno pérfido
Que socorriera mi cobardía.
¡Ah! El veneno y la espada
Me han desdeñado y me han dicho:
"Tú no eres digno de que te
arranquen
De tu esclavitud maldita,
¡Imbécil! — de su imperio
Si nuestros esfuerzos te libraran,
Tus besos resucitarían
*Madame Apollonie Sabatier
Fue una de las cuatro mujeres (Caroline, Jeanne Duval, ella misma y Marie Daubrun); sus flirteos más significativos que inspiraron la famosa obra de Charles Baudelaire , “Les Fleurs du Mal”, aquí representada en las obras del escultor, francés
Auguste Clésinger. Talla en mármol “Mujer,
mordida por una serpiente” de 1847; hoy en Musée d'Orsay y un busto.
*Retrato de Jeanne,
amante del poeta.
amante del poeta.
El pintor Eduard Manet, fue a realizar en
1862 el retrato de Jeanne al Hospital del hospicio de Dubois.
El artista capturó
su aspecto más triste, el de su enfermedad. Destaca la pierna izquierda
inmóvil, por la hemiplejía y un principio intenso de ceguera que le apareció en
1859. (Museo de Budapest),
El Poeta maldito
El 25 de Mayo de 1857, publicó su
obra de poemas “Las flores del mal”,
levanto mares de crítica y llegó a los fueros de la Justicia, por ofender la
moral pública, por el contenido tan intenso de seis de sus poemas. Aún estos
hechos no impidieron que la obra fuera reeditada.
El escritor y sus editores se
presentaron ante la Sala 6ª del Tribunal del Sena acusados de ofensa a la moral
pública. Estaban defendidos por el letrado M. Gustave Chaix d’est Ange.
El veredicto final determinó que
no existió ofensa a la moral religiosa pero sí a la moral pública y a las
buenas costumbres, condenándoles a la supresión de varios pasajes y al pago de
diversas multas.
Esta condena no fue anulada hasta
el año 1949, cuando la Sala Criminal del Tribunal de Casación dictó una
sentencia revocando la condena y reivindicando la figura del genial literato
francés.
*Paul Marie Verlaine francés
1844-1896), perteneciente al movimiento simbolista. Autor de los “Poemas
saturnianos”, influenciados por Baudelaire, “Fiestas galantes”, fantasías evocadoras del siglo, “La buena canción”.
El concepto de Verlaine del “Poeta
maldito”; fue en parte tomado del poema de Baudelaire llamado "Bendición", que
inicia su libro “Las flores del mal”.
El uso de esta expresión y del
término maldito, se generalizó luego para referirse a cualquier poeta, escritor
o incluso a un artista plástico, que independientemente de su talento, es
incomprendido por sus contemporáneos y no obtiene el éxito en vida;
especialmente para los que llevan una vida bohemia, rechazan las normas
establecidas, transgreden las reglas del arte como los convencionalismos
sociales: desarrollando un arte libre o provocativo.
Bendición
Cuando, por un decreto de las
potencias supremas,
El Poeta aparece en este mundo
hastiado,
Su madre espantada y llena de
blasfemias
Crispa sus puños hacia Dios, que
de ella se apiada:
-“¡Ah! ¡no haber parido todo un
nudo de víboras,
Antes que amamantar esta irrisión!
¡Maldita sea la noche de placeres
efímeros
En que mi vientre concibió mi
expiación!
Puesto que tú me has escogido
entre todas las mujeres
Para ser el asco de mi triste
marido,
Y como yo no puedo arrojar a las
llamas,
Como una esquela de amor, este
monstruo esmirriado,
¡Yo haré rebotar tu odio que me
agobia
Sobre el instrumento maldito de
tus perversidades,
Y he de retorcer tan bien este
árbol miserable,
Que no podrán retoñar sus brotes
apestados!”
Ella vuelve a tragar la espuma de
su odio,
Y, no comprendiendo los designios
eternos,
Ella misma prepara en el fondo de
la Gehena
Las hogueras consagradas a los
crímenes maternos.
Sin embargo, bajo la tutela
invisible de un Ángel,
El Niño desheredado se embriaga de
sol,
Y en todo cuanto bebe y en todo
cuanto come,
Encuentra la ambrosía y el néctar
bermejo.
El juega con el viento, conversa
con la nube,
Y se embriaga cantando el camino
de la cruz;
Y el Espíritu que le sigue en su
peregrinaje
Llora al verle alegre cual pájaro
de los bosques.
Todos aquellos que él quiere lo
observan con temor,
O bien, enardeciéndose con su
tranquilidad,
Buscan al que sabrá arrancarle una
queja,
Y hacen sobre El el ensayo de su
ferocidad.
En el pan y el vino destinados a
su boca
Mezclan la ceniza con los impuros
escupitajos;
Con hipocresía arrojan lo que él
toca,
Y se acusan de haber puesto sus
pies sobre sus pasos.
Su mujer va clamando en las plazas
públicas:
“Puesto que él me encuentra
bastante bella para adorarme,
Yo desempeñaré el cometido de los
ídolos antiguos,
Y como ellos yo quiero hacerme
redorar;
¡Y me embriagaré de nardo, de
incienso, de mirra,
De genuflexiones, de viandas y de
vinos,
Para saber si yo puedo de un
corazón que me admira
Usurpar riendo los homenajes
divinos!
Y, cuando me hastíe de estas
farsas impías,
Posaré sobre él mi frágil y fuerte
mano;
Y mis uñas, parecidas a garras de
arpías,
Sabrán hasta su corazón abrirse un
camino.
Como un pájaro muy joven que
tiembla y que palpita,
Yo arrancaré ese corazón
enrojecido de su seno,
Y, para saciar mi bestia favorita,
Yo se lo arrojaré al suelo con
desdén!”
Hacia el Cielo, donde su mirada
alcanza un trono espléndido,
El Poeta sereno eleva sus brazos
piadosos,
Y los amplios destellos de su
espíritu lúcido
Le ocultan el aspecto de los
pueblos furiosos:
-“Bendito seas, mi Dios, que dais
el sufrimiento
Como divino remedio a nuestras
impurezas
Y cual la mejor y la más pura
esencia
Que prepara los fuertes para las
santas voluptuosidades!
Yo sé que reservarás un lugar para
el Poeta
En las filas bienaventuradas de
las Santas Legiones,
Y que lo invitarás para la eterna
fiesta
De los Tronos, de las Virtudes, de
las Dominaciones.
Yo sé que el dolor es la nobleza
única
Donde no morderán jamás la tierra
y los infiernos,
Y que es menester para trenzar mi
corona mística
Imponer todos los tiempos y todos
los universos.
Pero las joyas perdidas de la
antigua Palmira,
Los metales desconocidos, las
perlas del mar,
Por vuestra mano engarsado, no
serían suficientes
Para esa hermosa Diadema
resplandeciente y diáfana;
Porque no será hecho más que de
pura luz,
Tomada en el hogar santo de los
rayos primitivos,
Y del que los ojos mortales, en su
esplendor entero,
No son sino espejos oscurecidos y
dolientes!”
Poema XXXII. “Las flores del mal”, de C. Baudelaire
Una noche que estaba junto a una horrible judía,
Como a la vera de un cadáver, un
cadáver tendido,
Me dediqué a pensar, cerca de
aquel cuerpo vendido,
En la triste belleza de la que mi
deseo se priva.
Me representé su majestad nativa,
Su mirada de vigor y de gracias
armada,
Sus cabellos que le forman un
casco perfumado,
Y cuyo recuerdo para el amor me
reanima.
Porque yo hubiera con fervor
besado tu noble cuerpo,
Y desde tus pies frescos hasta tus
negras trenzas
Desplegado el tesoro de las
profundas caricias,
Si, cualquier noche, con lágrimas
derramadas sin esfuerzo,
Pudieras solamente, ¡oh reina de
crueldad!
Oscurecer el esplendor de tus
frías pupilas.
*Carta de Charles Baudelaire a Caroline Dufaÿssu madre del poeta.
…Cada vez que tomo la pluma para exponerte mi situación, tengo miedo de
matarte, de destruir tu débil cuerpo. Y yo estoy sin cesar, sin que tú lo
sepas, al borde del suicidio. Yo creo que tú me quieres apasionadamente; ¡está
tan ciego tu entendimiento, pero tienes tanta grandeza de carácter! Yo, de
niño, te he querido apasionadamente; más tarde, obligado por tus injusticias,
te he faltado al respeto, como si una injusticia materna pudiese autorizar una
falta de respeto filial; y con frecuencia me he arrepentido, aunque, según mi
costumbre, nada haya dicho. Ya no soy aquel niño ingrato y violento. Largas
meditaciones sobre mi destino y sobre tu carácter me han ayudado a comprender
todas mis faltas y toda tu generosidad. Pero, en resumidas cuentas, el mal ya
está hecho, hecho por tus imprudencias y por mis faltas…
… Lo tuyo es sólo el sacrificio. Menos razón que caridad.
Yo te pido más, te pido, a la vez, consejo, apoyo, que nos entendamos
completamente bien tú y yo, para salir de esto. Te suplico que vengas, que
vengas, tengo los nervios al final de mis fuerzas, estoy a punto de que me
falle el valor, a punto de perder la esperanza. Veo una continuidad en el
horror. Veo mi vida literaria obstaculizada para siempre. Veo una catástrofe….
En 1866, sufrió un ataque en la iglesia
de Saint Loup de Namur de Bruselas, Bélgica.
Viaje a Bélgica
Durante 1860, en su cuerpo
aparecieron las lesiones sobre su piel y dolores que calmaba con opio.
En 1864, se decidió trasladarse y residir con Jeanne en Bruselas, Bélgica.
En 1864, se decidió trasladarse y residir con Jeanne en Bruselas, Bélgica.
Decide viajar a Bruselas, su
objetivo interesar a un editor para imprimir su obra.
Consigue como sustento
dictar tres conferencias de Arte sobre: Delacroix, “Gautier y Los paraísos artificiales”, con escasa asistencia de
público.
Con cierto desconcierto, redacta un panfleto titulado
¡Pobre Bélgica!
En 1865 sufre una parálisis, que
le deja una hemiplejia del lado derecho de su cuerpo.
Su madre con quien siempre mantuvo
un buena relación, lo hace trasladar a una clínica de París, permaneció sin
habla pero lúcido hasta su fallecimiento el 31 de agosto de 1867.
Caroline Aupick, su madre favorece
la edición de las Obras completas de su hijo en la editorial de Michel Lévy
(1868-1870), preparada por el poeta Théodore de Banville y el escritor Charles
Asselineau.
Baudelaire señaló también la
fluidez y la volatilidad como símbolos distintivos de la Vida y el Arte de su
tiempo;
“Todo lo sólido se desvanece en
el aire”.
Charles Baudelaire es considerado
el padre, o, mejor dicho, el gran profeta, de la poesía moderna.
Logra relacionar en sus poemas la
tradición y la innovación, propio del Romanticismo que dio inicio al siglo XIX.
Fue precursor del
movimiento simbolista, del que formaron parte poetas como Arthur Rimbaud, Paul
Verlaine o Stephane Mallarme.
Revolucionó el mundo de la literatura moderna, e influyó considerablemente en los llamados "Poetas malditos", nombre inventado por el poeta Paul Verlaine francés 1844 1896). Pero esto no significa que haya abandonado la esencia del romanticismo.
Revolucionó el mundo de la literatura moderna, e influyó considerablemente en los llamados "Poetas malditos", nombre inventado por el poeta Paul Verlaine francés 1844 1896). Pero esto no significa que haya abandonado la esencia del romanticismo.
Su faceta en la crítica, obras tan
importantes como “El Salón de 1845”
(1845), “El Salón de 1846”, “El Arte Romántico” (1868).
Ensayos se destaca “Los Paraísos
Artificiales" (1860), libro centrado en el universo sensorial en base a
experiencias con alcohol y las drogas.
“El
pintor de la vida moderna”, redactado entre 1859-1860 y se publicó en 1863,
“Pequeños poemas en prosa" en 1860.
“Curiosidades estéticas", “El arte romántico",
En agosto 1868. “Epistolario” se publicó en 1872, los “Journaux intimes” (que incluyen “Cohetes” y “Mi corazón al desnudo”, en 1909; y la primera edición de sus obras
completas, en 1939.
128. La destrucción De "Flores del mal":
A mi lado sin tregua el Demonio se agita;
En torno de mi flota como un aire
impalpable;
Lo trago y noto cómo abrasa mis
pulmones
De un deseo llenándolos culpable e
infinito.
Toma, a veces, pues sabe de mi
amor por el Arte,
De la más seductora mujer las
apariencias,
y acudiendo a especiosos pretextos
de adulón
Mis labios acostumbra a filtros
depravados.
Lejos de la mirada de Dios así me
lleva,
Jadeante y deshecho por la fatiga,
al centro
De las hondas y solas planicies
del Hastío,
Y arroja ante mis ojos, de
confusión repletos,
Vestiduras manchadas y
entreabiertas heridas,
¡Y el sangriento aparato que en la
Destrucción vive!
156. Sobre «El Tasso en prisión» de "Los
despojos":
En su celda, el poeta, harapiento y enfermo,
Teniendo un manuscrito bajo su pie
convulso,
Contempla con mirada inundada de
pánico
La escalera de vértigo donde su
alma se abisma.
Las risas enervantes que pueblan
la prisión,
Arrastran su razón a lo absurdo y
lo extraño;
La Duda lo rodea y el ridículo
Miedo,
Odioso y multiforme, circula en
torno de él.
Este genio encerrado en un antro
malsano,
Esas muecas y gritos, espectros
cuyo enjambre
Amotinado gira detrás de sus
oídos,
El soñador a quien el horror
despertara,
Tal es tu emblema, Alma de
tenebrosos sueños,
Que ahoga la Realidad entre sus
cuatro muros.
“Remordimiento póstumo”
Cuando duermas por siempre, mi amada Tenebrosa,
tendida bajo el mármol de negro
monumento
y por tibia morada y por solo
aposento
tengas, no más, el antro húmedo de
la fosa;
Cuando oprima la piedra tu carne
temblorosa,
y le robe a tus flancos su dulce
rendimiento,
acallará por siempre tu corazón
violento,
detendrá para siempre tu andanza
vagarosa.
La tumba, confidente de mi anhelo
infinito
(compasivo refugio del poeta
maldito)
a tu insomnio sin alba dirá con
gritos vanos:
"Cortesana imperfecta -¿de
qué puede valerte
denegarle a la Vida lo que hoy
llora la muerte"?
Mientras -¡pesar tardío!- te roen
los gusanos.
Frases
- ¿Qué le importa la condena
eterna a quien ha encontrado por un
segundo lo infinito del goce?
- Espantoso juego del amor, en el
cual es preciso que uno de ambos
jugadores pierda el gobierno de sí mismo.
- ¡Ay los vicios humanos! Son
ellos los que contienen la prueba de
nuestro amor por el infinito.
- Esa necesidad de olvidar su yo
en la carne extraña, es lo que el hombre llama noblemente necesidad de amar.
- Lo bello es siempre raro. Lo que
no es ligeramente deforme presenta un aspecto inservible.
- El genio no es más que la
infancia recuperada a voluntad.
- No se puede olvidar el tiempo
más que sirviéndose de él.
- Dios es el único ser que para
reinar no tuvo ni siquiera necesidad de
existir.
- La fatalidad posee una cierta
elasticidad que se suele llamar libertad
humana.
- Para trabajar basta estar
convencido de una cosa: que trabajar es
menos aburrido que divertirse.
- Habría que añadir dos derechos a
la lista de derechos del hombre: El
derecho al desorden y el derecho a
marcharse.
- Hay que ser sublime sin
interrupción. El dandy debe vivir y morir ante
el espejo.
- Lo que hay de embriagador en el
mal gusto es el placer aristocrático de
desagradar.
Artículo: Arnoldo Gualino
Las flores del mal”, año 2013. Edición bilingüe
de Enrique López Castellón, ilustró Eduardo Arroyo, prólogo de André Gide,
epílogo de Théopile Gautier, apéndice de Walter Benjamin, Madrid: Editorial Abada.
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