miércoles, 11 de diciembre de 2013

TANGO. Día del Tango. 11 de Diciembre

DÍA DEL TANGO
11 de diciembre

Conmemora los natalicios de Carlos Gardel (el “Zorzal Criollo”); y de Julio De Caro, gran director de orquesta y renovador del género.
Fue Ben Molar quien impulsó la instauración del 'Día Nacional del Tango', que se festeja en todo el mundo cada 11 de diciembre. 

Desde su idea inicial en 1965 mientras iba camino al cumpleaños de Julio De Caro y la presentación de su propuesta al Secretario de Cultura Municiapl, hasta las lentas resoluciones burocráticas pasaron largos once años; finalmente salió el Decreto Nº 5830/77 de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, que reconoce el día del Tango.

El 11 de diciembre de 1977, se llevó a cabo un gran Festival de Tango en el Luna Park; reuniendo a músicos, orquestas, cantantes y todo el mundillo circundante. Unas 15 mil personas que cantaron el felíz cumpleaños a Julio De Caro.
El 23 de diciembre de ese mismo año, a pedido del Secretario de Estado de Cultura de la Nación, Doctor Raúl Alberto Casal, se organizó una despedida tanguera en el teatro Cervantes de Buenos Aires, presentando a gandes celebridades de este género musical y dando lectura al importante Decreto que establecía Día Nacional del Tango”.



Ilustración litográfica de 1859 Montevideo. Representa un baile de negros.

Que es el Tango
El término “Tango” ó "tambo", tiene su origen durante los siglos XVIII y XIX el el virreinato del Río de la Plata. Hacía referencia 9 los lugares en que bailaban los negros.
El “tráfico de negros” o la “esclavitud”; tuvieron a Buenos Aires y Montevideo como centros principales. A partir de la guerra de independencia contra España, se inicia en el país un proceso de Independencia y en 1853 es abolida la esclavitud en la Argentina.
El tango, expresión musical y danza al comienzo, fue conformada con los aportes expresivos de las culturas: africanas, indígenas, latinoamericanas y las diferentes vertientes de culturas europeas que imigraron al Río de la Plata.

En la segunda mitad del siglo XIX, surgieron las academias, milongas, pirigundines elementos que originaron el tango.
La más antigua de las academias de Buenos Aires, es de 1830, la de “Pardos y Morenos”. Luego fueron surgiendo otras en 1854 apareció la Academia de la “Parda Cármen Gómez”.
Era una música y danza eminentemente popular, rechazada y prohibida por las clases altas y la Iglesia Católica, por lo que se desarrolló en los barrios pobres de los suburbios (los arrabales), los puertos, los prostíbulos, los bodegones y las cárceles, confluencia de los inmigrantes y la población local, descendientes en su mayoría de indígenas y esclavos africanos.
Una manera muy diferente de bailar, tal vez algunos elementos formales del Vals, pero a modo de un fundido abrazo de pareja y sensualidad de movimientos autónomos, en que la mujer acompaña y responde la danza al varón.

Instrumentos musicales: El tango nació como música instrumental de violín y guitarra a veces flauta, exclusivamente para ser bailado. Con el tiempo incorporó el canto, casi siempre solista, eventualmente a dúo, sin coro, pero manteniendo de manera bastante marcada la separación entre tangos instrumentales y tangos cantados.
El organito constituyó en las últimas décadas del siglo XIX un infaltable instrumento. 

El piano requería de un espacio cerrado, su tamaño y costo lo hacían menos habitual; el bandoneón es un instrumento inventado en Alemania a mitad de 1840, como órgano portátil.
Una de las primeras características de la música tanguera fue la exclusión de los instrumentos de viento-metal y percusión, para lograr una sonoridad sin estridencia, intimista, cálida y sensual.
En las primeras décadas del siglo XX no existía la radio, el cine era mudo y el teatro era muy popular.




Partitura musical de Eduardo Arolas


Pascual Contursi, Celedonio Flores, Enrique Santos Discépolo, Homero Manzi por citar fueron gente de teatro que también escribían versos para las obras.
El “tango lunfardo”, está plagado de expresiones italianas y africanas; que el ritmo tanguero y su clima nostálgico nos recuerda a la habanera cubana.

El “tango, milonga, malambo y candombe”, parte de una misma familia musical de raíces africanas y también de las costumbres provenientes de los gauchos que migraron a  la ciudad.
En 1898 se imprime el primer tango con autor registrado, "El entrerriano", de Rosendo Mendizábal, considerado por muchos conocedores como el primer tango propiamente dicho. 
En esta época el tango se independiza de la milonga y adquiere una definida personalidad propia.



A los primeros años del siglo XX el tango gradualmente comienza a llegar a públicos más amplios, espectáculos teatrales, cafés, carpas, circos, salones de baile y cabaret. 
El tango original canyengue fue eliminando directamente los cortes y quebradas, y comienza a bailarse en la calle y en los patios de los conventillos, hasta que en los años 1920, comenzara a dominar el llamado “tango de salón”.



Primeras grabaciones: A partir del 1901 grabadas por músicos argentinos, mediante los recientes inventos del fonógrafo (cilindros) y el gramófono (discos). Entre las grabaciones de tango más antiguas se encuentran "El pimpollo" (1904), "El negro alegre" (1907) y "El choclo" (1907) de Ángel Villoldo; "Patagones" (1905) de Gabino Ezeiza. Don Juan" (1910) por la orquesta típica de Vicente Greco, la primera grabación con bandoneón.



Tango de Salón – Palais de Glace
En 1912, el barón Antonio De Marchi, clubman y bon vivant, organizó en el Palais de Glace una velada trascendente para el futuro del tango. 
La orquesta típica al mando de Genaro Espósito, y los pasos del bailarín Enrique Saborido, significaron el ingreso del tango a los salones de la alta sociedad porteña.

En 1915, la pista de patinaje fue reemplazada por un salón de baile, que recibió a algunas de las orquestas más importantes de la época, entre ellas las de Francisco Canaro y Roberto Firpo, y a los músicos Enrique Delfino y Juan Carlos Cobián.
Enrique Cadícamo dedicó una de sus letras para recordar el esplendor del Palais de Glace.



Por aquellos años tuvo en Carlos Gardel (1890-1936) a un asiduo concurrente. 
En la célebre madrugada del 11 de diciembre de 1915, una patota de “niños bien” provocó una pelea con Gardel y sus amigos, y el episodio culminó a unas cuadras del edificio con Gardel baleado en un pulmón, plomo que lo llevó por el resto de su vida.

En la década de 1920 se destaca la actuación de la orquesta de Julio De Caro como orquesta oficial del Palais de Glace, que sufrió por aquellos años algunos intentos de activarlo; modifican su nombre; primero como: Vogue´s Club, luego: Cyros. 
A finales de la época del ´20 marcan el declive de su esplendor.
En 1931 el edificio pasa al Ministerio de Educación y Justicia para albergar a la Dirección Nacional de Bellas Artes.

Guardia Vieja 1895-1925: Etapa primitiva o de gestación, anónima y popular, centrada en las comunidades afro-rioplatenses y en las "orillas" (orillera) de la ciudad, en la que el tango adquirió identidad propia, Alrededor de 1880, comenzó a ser registrado por músicos profesionales y alcanzó una amplia difusión geográfica y social. 
Desde 1900 a 1920, es una etapa de definición estilística.



Orquesta típica de Julio De Caro

Guardia Nueva 1925-1950: El tango alcanza madurez, refinamiento y difusión internacional. Como resultado de esta evolución, el tango alcanza su llamada Edad de Oro, con eje en la década de 1940 y parte de 1950. Luego de esta época llega una época de crisis y decadencia para el tango.

El uso del término "orquesta típica", quedó ligado al tango. En sus orígenes el tango se ejecutaba con guitarras, flauta y violín, y más tarde, el bandoneón sustituiría a la flauta





Etapa piazzolliana: Con Astor Piazzola (1921-1992) bandoneonista y compositor argentino, considerado uno de los mejores músicos del siglo XX. A partir de 1970, produjo en el tango un notable cambio.

Etapa de Tango – Fusión: Es la mezcla del tango tradicional con la música electrónica contemporánea. Nació a partir de la iniciativa del intérprete, compositor y productor Victorio Menghi, para que géneros tales como pop, rock, blues, electrónica, música sinfónica, ambiental y electroacústica se combinaran con el tango.


*Jorges Luis Borges, Poema de Tango “El Otro, El Mismo”. (1964).
Música: Astor Piazzola
¿Dónde estarán?, pregunta la elegía
de quienes ya no son, como si hubiera
una región en que el Ayer pudiera
ser el Hoy, el Aún y el Todavía.

¿Dónde estará (repito) el malevaje
que fundó, en polvorientos callejones
de tierra o en perdidas poblaciones,
la secta del cuchillo y del coraje?

¿Dónde estarán aquellos que pasaron,
dejando a la epopeya un episodio,
una fábula al tiempo, y que sin odio,
lucro o pasión de amor se acuchillaron?

Los busco en su leyenda, en la postrera
brasa que, a modo de una vaga rosa,
guarda algo de esa chusma valerosa
de los Corrales y de Balvanera.

¿Qué oscuros callejones o qué yermo
del otro mundo habitará la dura
sombra de aquel que era una sombra oscura,
Muraña, ese cuchillo de Palermo?

¿Y ese Iberra fatal (de quien los santos
se apiaden) que en un puente de la vía,
mató a su hermano el Ñato, que debía
más muertes que él, y así igualó los tantos?

Una mitología de puñales
lentamente se anula en el olvido;
una canción de gesta se ha perdido
en sórdidas noticias policiales.

Hay otra brasa, otra candente rosa
de la ceniza que los guarda enteros;
ahí están los soberbios cuchilleros
y el peso de la daga silenciosa.

Aunque la daga hostil o esa otra daga,
el tiempo, los perdieron en el fango,
hoy, más allá del tiempo y de la aciaga
muerte, esos muertos viven en el tango.

En la música están, en el cordaje
de la terca guitarra trabajosa,
que trama en la milonga venturosa
la fiesta y la inocencia del coraje.

Gira en el hueco la amarilla rueda
de caballos y leones, y oigo el eco
de esos tangos de Arolas y de Greco
que yo he visto bailar en la vereda,

en un instante que hoy emerge aislado,
sin antes ni después, contra el olvido,
y que tiene el sabor de lo perdido,
de lo perdido y lo recuperado.

En los acordes hay antiguas cosas:
el otro patio y la entrevista parra.
(Detrás de las paredes recelosas
el Sur guarda un puñal y una guitarra.)

Esa ráfaga, el tango, esa diablura,
los atareados años desafía;
hecho de polvo y tiempo, el hombre dura
menos que la liviana melodía,
que sólo es tiempo. El tango crea un turbio
pasado irreal que de algún modo es cierto,
un recuerdo imposible de haber muerto

peleando, en una esquina del suburbio.


                         Artículo: Prof.\ Lic. Arnoldo Gualino

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