jueves, 26 de diciembre de 2013

RUBÉN WINKLER. Alfarero y Artesano. Rosario, Argentina


RUBÉN WINKLER

Alfarero y Artesano


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ALFARERIA RUBEN WINKLER - Sus orígenes -
Visitamos la antigua “Alfarería Winkler”, en calle Laprida 2053 de Rosario.
Su actual propietario Rubén Winkler un apasionado artista, continuador de este noble oficio artesanal con barro, heredado de su padre que a su vez lo aprendió en Rosario. 
Ubicado en el mismo predio que le dio origen, (hoy el terreno algo más reducido); sobre la calle Comercio (hoy Laprida) y Cerrito, por entonces extramuros de la ciudad.
Un amplio galpón que detuvo el tiempo y atrapó parte de la Historia de Rosario del Siglo XIX y aún continúa en actividad.

Conserva como valioso testimonio de la ciudad; el primitivo horno construido alrededor del año 1876.




Vista desde el centro de Rosario hacia  la zona portuaria, fotografía de principios del siglo XX.

Un poco de Historia
- En un informe elevado a la Junta Gubernativa de Buenos Aires, datada en la Capilla del Rosario de los Arroyos, el 15 de marzo de 1811 por Pedro Tuella (vecino del lugar y considerado el primer historiador de Rosario); quien hace referencia de la excelente calidad de las tierras arcillosas rosarinas o “barro muy fino” de sus barrancas, para la fabricación de baldosas y piezas de loza elaboradas aquí por esos años, que sin duda conocía por su dedicación a la labranza de la región.

 - En la publicación “Guía Civil y Comercial” editada en 1876 por Gabriel Carrasco (1854-1908), un aviso que publicita a la: “Alfarería Nacional” de Hércules Antonietti, ubicado en calle Comercio (hoy Laprida y Cerrito).
La misma producía una variedad de artículos de utilidad doméstica u ornamentos botánicos como elementos edilicios y sanitarios; citando también un local en calle Córdoba 205, donde se pueden adquirir tinajas de todo tamaño (ollas, cacerolas, botellas, braceros, tarros y jarras); macetas, brazos de copa para azoteas y plantas, caños de barro vidriado para acueductos, balaustres lisos y redondos para balcones y jardines, capiteles, ménsulas, modillones y llaves de puertas.
El aviso garantizaba la duración del blanco de los artículos de adorno y anunciaba  la rebaja del 40%  sobre los precios de las fabricadas en tierra romana y yeso.

El término “alfarería”: Proviene del árabe fahhâ = barro, y ésta a su vez del hebreo: hhafar = tierra.
Alfareros son quienes se dedican a elaborar objetos de barro o arcilla decorativos o utilitarios. Proceso que se complementa con el horneado a fuego para darle dureza al objeto y en algunos casos fijar los esmaltes.
Los primeros objetos de alfarería se remontan al período del Paleolítico Superior, se extiende aproximadamente entre el año 35 000  y el 10 000 AC.






Torno de alfarero o rueda de alfarero 
Consiste en una rueda giratoria antiguamente movida con la mano o pie; permite construir una vasija 
con las manos a partir de un trozo de arcilla colocado sobre la rueda.
Su origen se lo ubica entre los siglos VIII a VI a. C., practicado por los fenicios y griegos.








Plaza 25 de Mayo a finales del siglo XIX.

El Origen de la Fábrica Los primeros datos comprobables sobre la alfarería y su propietario Hércules Antonietti, aparecen alrededor de1876. Sabemos que fue un conocido vecino de a ciudad , y se desempeñaba como ingeniero en la Municipalidad de Rosario.
Años después Antonietti vende su fábrica a Bautista Biancafiore, quién ya poseía una empresa de terracota alfarera.

En los relevamientos de las actividades artesanales realizados a finales del siglo XIX, nos dicen que hasta promediar el año 1880, se mantiene estable el número de dos talleres alfareros.
Según lo consignado en los relevamientos entre 1893 y 1900, sobre talleres artesanales alfareros, figuran cuatro en actividad: “Alfarería Nacional” de Hércules Antonietti; Bautista Biancafiore en Bv. Argentino 1310 (Hoy Avda. Pellegrini); César Fornari en Libertad 456 (Hoy Sarmiento) y Poletto y Miazzi.
En el año 1901, aparecen dos nuevos productores; Arturo Figna en Montevideo 1351 y Carmen Peturro en Bv. Santafesino (Hoy Bv. Oroño) y Córdoba.
En 1914, la ciudad contaba con 14 talleres de Alfarería.

Winkler en Rosario
Juan Winkler, nacido en Austria, Viena; a comienzos del siglo XX se traslada a Rosario y se casa con E. Nenthich, el matrimonio tuvo dos hijos: Antonio y Víctor nacido 31-08-1911.
Juan fallece a los 33 años. La joven viuda vuelve a contraer matrimonio con Salvador Sttupa y tiene una hija, Antonia.
Victor Winkler con 7 años, comienza a trabajar con Santiago Capuano dueño de una alfarería ubicada en Ferreira y Génova de la zona de Arroyito, luego se trasladó a Avda. Rondeau próxima a la Bajada Puccio en Alberdi, cuya especialidad era la fabricación de ladrillos huecos.



Horno a leña. Al fondo se puede ver las piezas en el momento de la descarga.

Años después la “Alfarería Nacional” de calle Laprida y Cerrito propiedad de Filomena Patrón, necesitaba un empleado para quemar hornos y fabricar caños.
Víctor se incorpora al taller como empleado.
Por entonces la alfarería producía macetas, recipientes, cacerolas de baño, artículos para desagües: caños, codos, curvas, ramales, piletas de terracota esmaltada con bórax y barbotina.
Estos productos eran vendidos a las empresas: “Hierromat”, “Cachioni Rositto”, “Sanitario Salas” y macetas al vivero Municipal de Rosario.

Víctor es alentado adquirir dicho negocio. En 1947 con 36 años es el cuarto dueño, compra la empresa; pagándolo en cuotas con lo producido en el mismo.
En simultaneidad, para asegurar la materia prima, adquiere tres terrenos por la buena calidad de la arcilla greda en el “Barrio la Guardia”, próximos a la Iglesia de Uriburu y España.
Otro terreno que surtía al taller de materia prima estaba ubicado en Ovidio Lagos al 6.800, cercano al Arroyo Saladillo debiendo descartarse, porque el salitre producía fisuras a los caños.









Como testimonio histórico conservan un fragmento modelado en terracota de un antiguo enano traído de Europa por alguno de los que fueron propietarios de la firma, a finales del siglo pasado.

 Los recuerdos
Rubén Winkler, su actual dueño y continuador de la obra iniciada por su padre; nos cuenta que para ahorrar leña para el horno se quemaban retazos de cueros de una fábrica de calzados como así también los deshechos embolsados de la Yerbatera Martín.
El antiguo y primitivo horno, el de mayor tamaño), se llenaba con piezas de terracota y durante 3 días y cada 3 horas, se alimentaba desde un sótano con leña.
Bajar la temperatura demandaba más de un día y medio; el mismo fue utilizado hasta el año 2003.








Amasadora mecánica para barro.

En 1947, es construido contiguo a este uno más pequeño, también se adquirió un camión Ford volcador para repartir la producción, era conducido por Ernesto, hermano de Rubén.

Un carro tirado por el caballo “Pepe”, era utilizado para traer la materia prima al taller y repartir la producción. 
La empresa llegó a tener 20 operarios, ordenados en distintos sectores de la producción alfarera: preparación de la arcilla, alfareros de torno, decoradores y la parte contable.

Para el amasado del barro utilizaban una noria movida por el burro “Perico”, ubicado al frente del negocio; un día de tormenta un rayo lo mató; fue reemplazado por un caballo.








A comienzos de 1950 se incorpora una máquina para compactar macetas que producía 6 macetas por minuto, la misma había sido diseñada y fabricada en Rosario, por Fabricio Salvador Agosta, utilizando piezas de automóviles.

través del ferrocarril francés, ubicado en la zona de Santa Fe y Vera Mújica, (Hoy Patio de la Madera), se enviaba a la firma “Benítez Hermanos” en Sáenz Peña, Chaco un vagón completo de macetas, para evitar la fragilidad de la carga se intercalaban bolsas de maní.

En 1960, la “Alfarería Nacional” pasó a llamarse “Alfarería Laprida” finalmente “Alfarería Winkler”.
Actualmente, su hijo Rubén Winkler, un apasionado artista-artesano y maestro de este antiguo oficio; habilidad aprendida en su infancia con su padre y lecciones recibidas del maestro en porcelana Rogelio Pezzini sobre modelado de figuras del Barroco y Rococó francés, cuyo taller estaba próximo a su negocio. Este artista había realizado a principios de 1970, estudios de perfeccionamiento de porcelana en el departamento de restauración del Museo Louvre. 

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Diariamente continúa elaborando piezas con el torno, posee alumnos y recibe delegaciones que visitan el taller con la intención divulgar y darle continuidad a este oficio en extinción.

Uno de sus tres hijos varones ha logrado aprender correctamente las habilidades en el manejo del torno.
Los estantes del viejo galpón amontonan los objetos recién elaborados; junto a las que ya han finalizado el proceso del horneado.
Por Decreto del Concejo Municipal, N° 8524,  la “Alfarería Winker”, fue declarada en el año 1991, de interés Municipal; por considerar técnicas Históricas que son necesarias preservar para la comunidad.
  Artículo y Entrevista: Prof.\Lic. Arnoldo Gualino
    Fuentes de Consulta: (Bibliografías) www.arnoldogualino.com.ar

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