PATRICIA DIAZ BIALET
Poeta
Buenos Aires
1962. Escritora, investigadora y poeta, recuerda su atracción literaria se inicia
a los ocho años, papeles que aún conserva.
Por ambas ramas familiares materna y
paterna, existe un importante número de escritores, y atracción por la cultura
literaria.
En 1987, con “Destierros de Arena”, recibió el Primer
Premio, en el concurso Nacional Pablo Piva, otorgado por la Fundación Argentina
para la Poesía.
En poesía ha
publicado, “Los despojos del Diluvio” Primer Premio del Fondo Nacional de las
Artes 1989. (Vinciguerra, Bs. As. 1990).
“Testigo de las Brumas”; Mención
Honorífica en el Premio Bienal de Poesía Argentina de la Secretaría de la
Fundación Pública de la Nación y el Fondo Nacional de las Artes 1991,
(Vinciguerra, Bs. As. 1991).
“La penumbra de la luna llena”; Segundo Premio en el Concurso Fundación Inca
Seguros 1992: (Vinciguerra, Bs. As. 1993).
“La dueña de la ebriedad de la rosa”; Primer Premio del Fondo Nacional de
las Artes 1993, (Vinciguerra, Bs. As. 1993).
“Los sonidos secretos de la lluvia”; Mención Honorífica en el Primer
Certamen Nacional de la Poesía Papiros del Siglo XX: (Plus Ultra Bs. As, 1994).
“El hombre del sombrero azul”; (Dunken, Primera
Edición Bs. As. 1996); (Dunken Segunda Edición, Bs. As. 1998).
“Papeles de
resurrección”; versión en castellano de Rersurrection papers, de la poeta
estadounidense Heather Thomas: (Vinciguerra, Bs. As. 2004).
“El amor es una pluma de mercurio”; “Poema elegidos”; (Las otras palabras: Esquel 2007) “Agualluvia”: (Atuel 2009).
Poemas suyos
fueron incluidos en la película de Eliseo Subiela “El lado oscuro del corazón II” (2001) y en el espectáculo teatral “Con un tigre en la boca”; “Manual de los
amantes”, bajo la dirección de Hugo Urquijo (2014-2015).
“La que va”
Su última
publicación, poesías: Atuel poesía (2015), 174 páginas. El prólogo de Jorge
Dubatti y la imagen de tapa de Alejandra Díaz Bialet.
Comentario de contratapa
“La que va”, es una mujer que no se ha detenido. También una
escritura poética que se proyecta sobre la propia senda que ella traza.
Cada poema se construye dentro de la lengua que fluye de la lengua aprendida en la infancia y la aprendida en el viaje. Es en el acto original de la escritura que se recrea; además el propio viaje.
Cada poema se construye dentro de la lengua que fluye de la lengua aprendida en la infancia y la aprendida en el viaje. Es en el acto original de la escritura que se recrea; además el propio viaje.
La poesía se
viaja escribiendo, se transita caminado como la mujer que va. Al leer “La que
va” a descubrimos que se ha viajado, transitado por el lenguaje y por el mundo.
Cada título es
una estación, cada epígrafe es el viaje que le robamos al otro, cada poema es
una cartografía de imágenes, metáforas y versos impresa en el papel. “La que va”; transcribe la vida que
ofrecen los caminos y el reflejo de la propia buscadora que con audacia nos
orienta para que encontremos su propio tesoro. Juana Villafañe.
- Quien lea "La que va"; va a leer un diario
de mi vida: momentos inextinguibles que quiero compartir con los demás. Plasmar
esos momentos en forma de poemas es, quizás, un intento por eternizarlos, un
darles la posibilidad de estar "siempre presentes", que es como
realmente viven en mí. - Patricia Diaz
Bialet
- Derrotero de Boa (I)
A primera hora
saco la garra
Afilo mi dolor
de insecto
Vacío el
brebaje de mi escote
Recorro el
maldecir de tu axila en su olor a polvillo de verano
A primera hora
me baño en espuma de felpas
Rozo la esponja
y pienso:
El Deseo es ese
vibrar desesperado que no claudica.
- Pista de Baile (VII)
Si alguien
baila y fricciona con su pecho el seno de una
Si puja con su
pie la arcilla húmeda en el aire
Si frecuenta
escalofríos de vino en cada axila
O si vence a
modo de cuello lo que se llama pose paso o piso
Y además
Si alguien
indica con su fémur que semilla se cultiva en esta primavera
Si al uso de un
melodrama deja caer su espalda de soledad
Si utiliza su
rodete como brújula
La cuerda del
violín
Prolonga la
postura de grulla que surge en una
Cuando la
música.
Somos desecho
del Edén
Incautos simios
Casi quebrados
casi heroicos
Lo que se dice
dicha trasluce un no darse cuenta
Tribulación
enmascarada es nuestra prédica a ciegas
Prepondera el
incordio
El azar
La escupida del
destino
El corazón
abierto es huérfano perenne
Una oruga
soñadora
Una caricatura
de Cristo
Nacemos a la
vera de lo sagrado
Príncipes de lo
irreversible.
Artículo y Selección: Arnoldo Gualino
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