Pintor y Dibujante
Rosario, Argentina, 1972.
Licenciado en Bellas Artes por la Universidad Nacional de Rosario, año 2004. Durante el 2005, asistente al Seminario de Análisis de Obra de Luís Felipe Noé.
A partir del 2005, es docente en la cátedra Dibujo III, comisión A, en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Nacional de Rosario.
Desde el 2000, trabaja como ilustrador y diseñador gráfico para las editoriales Fondo de Cultura Económica (Buenos Aires-México DF) y Edhasa (Buenos Aires-Barcelona).
Desde 2009 es director editorial y director de arte de la revista cultural MOR, de Rosario.
Desde 2009 es responsable del área de comunicación de la empresa MOR, de la ciudad de Rosario.
2010, Becado: Residencia para artistas I-Park Artist’s Enclave, Connecticut, Estados Unidos
- "El hiperrealismo de Juan Balaguer; supera y trasciende el mero naturalismo en la medida en que se pone al día con las herramientas de reproducción técnica. Con virtuosismo impecable, Balaguer traduce pictóricamente los puntos de retoque donde el resultado se desvía digitalmente de aquella foto a cámara limpia que le servía de base al fotorrealismo de los años 70. “Pinto convencido de que la pintura imitativa convierte la realidad en signo”
Pero su pasión no está puesta en destruir sino en renovar la tradición. La suya es la segunda fase del banquete adípico: ya matamos al padre, ahora hay que comerlo, parecen decirle sus bodegones al siglo XXI. “Con la vehemencia colorística de una paleta tan saturada como precisa, Juan Balaguer elabora una inclemente galería de íconos sagrados de la opulencia culinaria, gastronómica, sobreexpuestos en su evidencia tan verosímil como desolada, desnudados en el delgado filo que une tentación con repugnancia.
Su voluntad de examinar la absurda fascinación inmediata que imponen los rituales visuales de la comida, o de revelar las formas físicas de abrumadora materialidad que adquiere el tránsito del plato servido a la desangelada sobremesa del plato consumido, se apoya en una minuciosidad casi molecular para detallar lo crudo y lo cocido, las verduras transpirando aceite, las atmósferas maceradas y voluptuosas.
Todo es intolerablemente visible en la poética de Balaguer, que hunde al espectador en un corte que reverbera más bien como una herida, evocada en la vibración constructiva del color exacto, en el crepitar casi sobrenatural de los reflejos sobre la carne quirúrgica, que embriaga y sofoca en la ampliación forzada e induce a percibirla como ajena a cualquier posible identificación degustativa.
Fragmento del prólogo del catálogo de la muestra “Me importas tú”:
Por Eduardo Stupía
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