jueves, 22 de enero de 2015

STEPHEN ROBERT KOEKKOEK. Pintor Inglés en Argentina



STEPHEN ROBERT KOEKKOEK 

Pintor Inglés en Argentina

Nació en Londres, el 15 de octubre de 1887 en Londres, Inglaterra.
Su padre Hermanus Junior Koek Koek; también pintor holandés, firmaba sus obras con el seudónimo J. Van Couver y se había radicado desde 1869 en Londres.





Con una generación de antepasados de artistas holandeses de los países bajos; destacándose dieciséis pintores destacados, de la escuela Holandesa.

De muy joven sabía pintar con su tío Jan Koekkoek, quien influyó en él con su manejo pincelada suelta.
No se registra que haya estudiado formalmente pintura, aunque sí contaba con la experiencia proveniente de una familia de artistas de reconocimiento.




Stephen hasta los 21 años vivió en Inglaterra y Holanda, con la muerte de su padre, vende todos sus bienes e inicia un viaje por el Mundo recorre el continente americano desde Canadá hasta Tierra del Fuego.

En 1910, llega con su familia a Lima viviendo un tiempo. Trabaja en Bolivia en una mina de estaño; luego viajan a Chile pasando unos años, enseñaba inglés para vivir; recorre el sur y la Patagonia Argentina.




Llega a la ciudad de Mendoza, traba amistad con el pintor Roberto Azzoni; se casa su hermana Nella Azzoni.
En Mendoza desarrolló gran parte de su obra, inspirados en su paisaje; luego expuso en el país así como en Chile, Perú, Brasil, Uruguay y Nueva York, obteniendo gran en crítica y ventas.
La familia tuvo un hijo, viajaron a Buenos Aires, el matrimonio tuvo un pronto fin, con los años su hijo Bernardo Winkfield, fue contador del Club Hípico.






En 1918 vivía en Banfield compartirá un cuarto con el poeta y periodista colombiano Jorge Escobar Uribe (Claudio de Alas), 1886-1919; quien se suicida, convirtiéndose este en un hecho crucial para la vida de Stephen, quien entra en una profunda depresión; volcándose a la bebida y al consumo de cocaína.

Por entonces su pintura tenía un acento impresionista, este hecho produce una modificación, hacia el expresionismo con gruesas pinceladas cargadas de materia.








En 1919, lleva a cabo una muestra pictórica en la Cooperativa Artística; el crítico del diario “La Nación” Julio Navarro Monzó, le hizo una nota a su favor.

Buenos Aires es un buen mercado para el arte, realiza una muestra en la Galería Witcomb; el artista llegó a ganar buen dinero y vivir en condiciones de dandy, del mismo modo de obtener lo gastaba; era un romántico y bohemio a su manera.



Alquila un chalet en Banfield, luego se muda al centro a un atelier en la planta alta de calle Florida; espacio que comparte con un conocido fotógrafo, pintor y escultor de apellido Zuretti.

Viaja constantemente a Chile, realiza una muestra importante en Bahía Blanca, otra en Montevideo.
Expone en Perú y Estados Unidos, regresa a Buenos Aires con mucho dinero; compra un departamento de la Avda. Córdoba 850.




Recorre distintas ciudades deambulando en pensiones y hoteles  y restaurantes pagando con sus cuadros.
Se hospedaba en el “Hotel Savoy” de Buenos Aires, después partió a Chile.
El Estado argentino en 1925 paga buen dinero por una de sus obras para regalarle al Príncipe de Gales.






Conoció y tuvo amistad con el pintor de la Boca Quinquela Martín.

Su interés por la carrera de caballos, lo llevaba a trabajar intensamente para mantener su vicio, vendiendo su obra a bajo precio. Se hizo común que dejara estas obras para cubrir los gastos de su estadía.

Debe bajar sus pretensiones, se muda del costoso centro de Buenos Aires al barrio de Once y después a Constitución.








En 1926, es detenido por la policía en la “Plaza Lavalle”, está borracho y drogado con morfina; muy próximo a la demencia, en 1926 estuvo internado tres meses, en el “Hospicio de la Merced”, actual “Hospital neuropsiquiátrico Borda”.

Su amigo y marchand Orero, se entera, lo visita y logra una autorización para que lo dejen pintar durante su internación.
Los doctores que lo atienden compran sus obras. Koek Koek tiene delirios megalómanos y creyendo que es Napoleón, otorgando distintos cargos militares a los enfermeros y doctores.





La mayor parte de las obras de ese período, después de la internación, las realiza sobre tablas y tablones arrancados de los muebles y puertas de las distintas pensiones.

En 1927, su amigo Estanislao De Urraza, le organiza una exposición en La Plata.
Viajó a Uruguay, expuso en Lima, en Río de Janeiro. También en destinas provincias de la Argentina.






Deambulaba por hoteles y pensiones, sin dejar nunca de pintar, tuvo una obra muy prolifera que la realizaba en escasas horas.

Luego de exponer en Bahía Blanca; en 1933, pasará un en la ciudad de Rosario. Emprende numerosas actividades y comienza a escribir una obra de teatro que queda inconclusa.








En 1934 viaja a Montevideo, y de allí a Chile; el 20 de diciembre de 1934 muere en la pieza de hotel. en una habitación de hotel en Santiago de Chile.

El entonces presidente de Chile, Arturo Alessandri Palma su amigo, organizó su funeral.
Los médicos diagnostican un paro cardíaco, producto de una mezcla de alcohol con barbitúricos. Vivió casi 20 años en Argentina.







Su persona
Era un hombre distinguido, fino, tímido; no le gustaba hacerse ver; de mediana estatura, robusto, de ojos saltones. Un temperamento altamente enérgico, nervioso y con mal humor.

Era natural en aquella época, considerar a los artistas por sus modos y costumbres de seres bohemios y exóticos
Tenía una apariencia de ser y vestir sorprendente; excéntrico modo de caminar por calle Florida; siempre vestidos con traje inglés, chaleco, sombrero Stetson y bastón de caña de malaca con empuñadura de malaquita; fumaba los grandes habanos Eduardo VII.
Bebía en exceso jerez, al gin y a todo el alcohol que mezclaba con un toque de salsa inglesa. Consumía cocaína y la morfina.
Una personalidad incansable, su vida tempestuosa y trágica, mezclados con largas jornadas de trabajo, debió realizar  regularmente tratamientos e internaciones en instituciones Psiquiátricas.






Obra
Fue un pintor extremadamente popular y de reconocimiento en Argentina y Chile, realizando cincuenta muestras con más de tres mil obras; todas de gran éxito y muchas ventas.







Llevó a cabo una prolífera y numerosa producción, próxima a las 10.000 obras, solo realizó pinturas.

No pintaba al aire libre, sino en su taller o pensión, sin bocetos previos ni frente al modelo, utilizando su memoria.
Pintaba con mucha intensidad hasta tres obras por día, exigido para pagar alquiler y vicios. Admirador de Van Gogh, Goya y Sorolla. 





En la primera época los trabajos son de espontaneidad y características del post-impresionismo.

En 1919, luego  del suicidio de un colega Claudio de Alas, a quien había conocido años antes en Chile; quedó profundamente afectado, llegando a modificar su personalidad y modo de pintar.




Abandona la paleta atemperada, rica en matices grises con toques rojos y verdes armonizados; para llegar a una pintura que presenta contrastes cromáticos cada vez más violentos.

Su pintura comienza a ser espontánea, carece del dibujo previo y de retoques posteriores, capta el espíritu nacional de América del Sur.







Pone de manifiesto  y expresa sus pasiones a través de una temática barroca misteriosa y dramática de clima oscuro con una materia espesa de violentos claroscuros.

Los temas más recurrentes son religiosos; interiores de grandes dimensiones de iglesias oscuras, frailes cubiertos con telas y pliegues espesos, cardenales, procesiones iluminaciones nocturnas con grandes velas.





Las figuras de cardenales que recuerdan a los Bishops, (obispos) anglicanos que conoció en su Londres natal.

Otras temas que supo abordar fueron: playas, puertos, marinas, cabarets.

Su admiración por el Gral. José de San Martín, lo llevó a pintar una serie de pinturas que reflejan el cruce de los Andes del Gral. San Martín y aspectos del héroe en los últimos años de su vida.





Las obras están pintadas sobre todo lo que tenía a mano, los soportes son de naturaleza variada: lienzos, sábanas, o superficies rígidas como cajas de habanos, madera terciada de los placares y mobiliarios de las pensiones y hoteles; muchas pintadas directamente al óleo sin fondo observando los bordes serruchados para lograr de la superficie varios cuadros.
Indistintamente recurría plasmar sus obras pinceles o sus propios dedos.

“El hombre del destino:
Con soberbia y arrogancia,
mis pinceles magistrales
dejan huellas en el suelo,
de mis pasos inmortales”. Koekkoek

Artículo: Arnoldo Gualino
Fotos: Página Internet de: Esteban Ierardo / Andrés Manrique Colección, propiedad de la Familia Roulier, conocidos dueños de un Hotel en Constitución en Bs. As. el cual se hospedaba Stephen Robert." Lic. Soledad Armendáriz. Libro de Ignacio Gutiérrez Zaldivar. Ed. Atlántida 2009. Catálogos de muestras. 

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