martes, 23 de julio de 2013

CONFUCIO 551 - 479 AC. - Filósofo chino



*CONFUCIO 551-479 AC. - Filósofo chino -

Frases
- Gobernar significa rectificar.
- Cometer un error y no corregirlo es 
  otro error.
- Donde hay educación no hay distinción de clases.
- El que domina su cólera domina a su peor enemigo.
- Yo no enseño a quien no se esfuerza en comprender.
- Cada cosa tiene su belleza, pero no todos pueden verla.
- No he visto un hombre que sea inflexible en sus principios.
- En todos los ritos, la sencillez es mejor que la extravagancia.
- Aprender sin pensar es inútil. Pensar sin aprender es  
  peligroso.
- Me lo contaron y lo olvidé; lo vi y lo entendí; lo hice y lo
  aprendí.
- El sabio comienza por hacer lo que quiere enseñar y después  
  enseña.
- El hombre superior gusta de ser lento en palabras, pero rápido
  en obras.
- Transporta un puñado de tierra todos los días y construirás
   una montaña.
- Si no puedes gobernarte a ti mismo... ¿cómo sabrás gobernar
   a los demás?
- Lo que quiere el sabio lo busca en sí mismo; el vulgo, lo busca
   en los demás.
- El lenguaje artificioso y la conducta aduladora rara vez
   acompañan a la virtud.
- El mejor indicio de la sabiduría es la concordancia entre las
   palabras y las obras.
- El hombre sabio busca lo que desea en su interior; el no sabio,
   lo busca en los demás.
- Sabemos tan poco acerca de la vida. ¿Cómo podremos saber
  algo acerca de la muerte?
- Cuando veas a un hombre bueno, trata de imitarlo; cuando
  veas a un hombre malo, reflexiona.
- Nuestra mayor gloria no está en no caer jamás, sino en
  levantarnos cada vez que caigamos.
- Una voz fuerte no puede competir con una voz clara, aunque
  esta sea un simple murmullo.
- Quien pretenda una felicidad y sabiduría constantes, deberá
  acomodarse a frecuentes cambios.
- ¿Me preguntas por qué compro arroz y flores?; Compro arroz
  para vivir y flores para tener algo por lo que vivir.
- Es más fácil apoderarse del comandante en jefe de un ejército
  que despojar a un miserable de su libertad.
- Cuando veas a un hombre bueno, trata de imitarlo; cuando
  veas a un hombre malo, examínate a ti mismo.
- La naturaleza hace que los hombres nos parezcamos unos a
  otros y nos juntemos; la educación hace que seamos
  diferentes y que nos alejemos.


*CONFUCIO
Trabajó en los graneros estatales y llegó a alcanzar el rango de Ministro de Justicia; renunciando por no acordar con la política que seguía el príncipe. A los 50 años empezó sus enseñanzas, en un período de corrupción y decadencia que sumergían a todo el país. Logrando alcanzar veneración hacia las ideas y costumbres tradicionales.
Logró numerosas reformas que condujeron a una administración de justicia caracterizada por su imparcialidad y a la práctica erradicación del crimen.
Diversos emperadores se inspiraron en la obra de Confucio para organizar la sociedad china. En los siglos posteriores sus enseñanzas ejercieron una poderosa influencia en la filosofía china y en la historia de China.
Instruía a sus estudiantes en los clásicos de la literatura china; otorgó importancia a la música china, que en aquella época tenía funciones ceremoniales y religiosas en las prácticas del Estado y del culto.
Propugnó el gran valor del poder del ejemplo; sosteniendo que puede llegarse a ser grande, si se llevan vidas ejemplares guiadas por principios morales.
La esencia de sus enseñanzas se condensa en la buena conducta en la vida, el buen gobierno del Estado (caridad, justicia, y respeto a la jerarquía), el cuidado de la tradición, el estudio y la meditación.
Las máximas virtudes son: la tolerancia, la bondad, la benevolencia, el amor al prójimo y el respeto a los mayores y antepasados.
Si el príncipe es virtuoso, los súbditos imitarán su ejemplo.
Selección: Arnoldo Gualino

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