ARNOLDO GUALINO
- Artista Plástico -
“El Hombre, la Materia y el Lenguaje fueron hechos como una unidad para comprenderse y relacionarse; bastaría tan solo el placer de lograrlo. Dormirse con ideas y levantarse con realizaciones” A. Gualino.
Mi infancia fue uno de los referentes básicos e iniciales respecto a lo
afectivo y formativo.
En casa existía el diálogo; poseíamos una surtida biblioteca y necesidad por la lectura; desconocíamos el término: aburrimiento". Escuchábamos buena música; mi padre inculcó el gusto por el Arte; con cierta frecuencia me acompañaba al Museo Castagnino y señalaba particularidades de las obras.
En casa existía el diálogo; poseíamos una surtida biblioteca y necesidad por la lectura; desconocíamos el término: aburrimiento". Escuchábamos buena música; mi padre inculcó el gusto por el Arte; con cierta frecuencia me acompañaba al Museo Castagnino y señalaba particularidades de las obras.
Leonídas Gambartes, era el padre de Hugo, compañero de mi
escuela primaria; como el hecho más natural del Mundo, ir a jugar a su casa; hoy
desde el adulto lo siento como un solemne privilegio
Me anotaron a en una Academia del barrio de Dibujo y Pintura; copiábamos
postales para luego pintarlas; y meses después se pasaba a otra técnica; pintar
al óleo era de lejano alcance: Las obras debían parecerse al original y tantas otras cosas que hoy resultan absurdas.
Un recorrido que sirvió para no ser transitado
Un recorrido que sirvió para no ser transitado
A mis once años, pasé al taller del ceramista Carlos
Cantore (en aquella época era profesor de la Escuela Vigil); a quien debo parte de mi
formación y ayudar en la decisión del cambio de Carrera.
Tuvo hacia mí el mismo trato de exigencia que a un adulto. (Un día lo reconoció como una exageración). Valorizaba los aspectos técnicos, morfológicos y compositivos.
Destacaba la importancia del lenguaje y el compromiso con la realidad; propiciaba sobre lo realizado la instancia reflexiva del análisis.
Durante las vacaciones de verano, próximo a nuestro chalet en
Funes, vivía el pintor y grabador, Gustavo Cochet; amigo de la infancia de mi
abuelo.
Concurría a su casa-taller y permanecía horas en silencio
observando la manera mágica que surgían las formas y colores de su pincel.
Conociendo Artistas
En la época que cursaba el colegio secundario, algunas de mis “chupinas”,
consistían en visitar talleres de algunos artistas: así conocí a Juan Grela, en la casa de Arroyito; Luís
Ouvrard, que vivía en la planta alta de un
caserón de calle Buenos Aires al 1300; una llamativa casa de balcones sostenidos
por grandes ménsulas de atlantes que aún existe.
Otro artista con el que tuve trato fue Julio Vanzo, persona cálida, culta y de grato trato.
A Santiago Minturn Zerva, artista que hoy reconozco de gran dimensión, era mi tío abuelo; vivía en calle Brown 2437 (casa que aún existe). Por mis 12 años mis padres compraron materiales para pintar al óleo y recibí sus lecciones.
A Santiago Minturn Zerva, artista que hoy reconozco de gran dimensión, era mi tío abuelo; vivía en calle Brown 2437 (casa que aún existe). Por mis 12 años mis padres compraron materiales para pintar al óleo y recibí sus lecciones.
De cada uno de ellos retuve diferentes cualidades; la sencillez, el trato respetuoso y el tiempo dedicado a un niño. Conservé dicha amistad mientras transitaba mi carrera de Artes y se extinguió cuando fueron abandonando este Mundo.
Mi homenaje a todos ellos, en mi recuerdo de tantos inolvidables diálogos reflexivos, cartas y excelentes consejos.
Mi homenaje a todos ellos, en mi recuerdo de tantos inolvidables diálogos reflexivos, cartas y excelentes consejos.
Cada hombre tiene algo que enseñarnos primeramente a recuperar
la ilusión, el entusiasmo, el asombro para no extinguirnos. La exaltación de la
Vida hasta en la Muerte.
Elección de la Carrera
Por admiración a la profesión de mi padre; era médico cirujano; me
inscribí en la carrera de Medicina, juzgando no era lo mío interrumpí los
estudios, iniciando la carrera de Artes.
Era una época de gloriosos profesores, todos reconocidos artistas.
Era una época de gloriosos profesores, todos reconocidos artistas.
Sus enseñanzas eran creíbles, porque devenían del
compromiso con la profesión que practicaban, una coherencia entre un modo y un medio de vida.
Eran nuestros "modelos", poseían luz propia; la admiración y
respeto que sentíamos por ellos nos potenciaba.
Nuestra transformación iba indicando la existencia del crecimiento. Existía el genuino esfuerzo para perfeccionar técnicas, actualizar conceptos, mejorar nuestros lenguajes; alcanzar ser artistas.
Nuestra transformación iba indicando la existencia del crecimiento. Existía el genuino esfuerzo para perfeccionar técnicas, actualizar conceptos, mejorar nuestros lenguajes; alcanzar ser artistas.
Aprendimos que la convergencia entre el Material, la Idea y los procedimientos; permiten manejar correctamente el lenguaje de la obra.
Tal vez por rebeldía o los deseos de buscar diferenciarme,
(no por desamor); comencé a firmar mis obras con el apellido materno: “Gualino”;
en vez del: Rodríguez de Sanctis de mi padre.
Tuve que realizar una tramitación legal pues en una
oportunidad se me dificultó cobrar el cheque de una premiación.
Mi primera Exposición
Sin sueños no existen las realidades; un día el sueño se
convirtió en mi primera muestra.
Pero debemos saber que a los sueños primero hay que
enseñarles a volar.
Rápidamente comencé a realizar el catálogo, construí los
marcos, repartí personalmente las invitaciones; por primera vez veía colgado
mis cuadros en una pared que no era la de mi casa.
Hasta logré que el diario “La Capital” anunciara la muestra.
Concurrieron amigos; mis padres, profesores, compañeros de estudio, Cochet que compró una obra y también Juan Grela, acompañado por Aid, su mujer.
Concurrieron amigos; mis padres, profesores, compañeros de estudio, Cochet que compró una obra y también Juan Grela, acompañado por Aid, su mujer.
Mientras finalizaba mis estudios de Artes, tuve el privilegio de
ser invitado por Cochet para reimprimir bajo su supervisión y en su taller los
grabados al Aguafuerte de su juventud.
Los viernes por la noche cuando salía de la Escuela de Artes
Visuales viajaba al taller en Funes y me quedaba hasta el domingo a última
hora.
Doña Francisca (La gran compañera del artista); me preparaba la cama en el ático del estudio
Doña Francisca (La gran compañera del artista); me preparaba la cama en el ático del estudio
"Don Gustavo", tenía un trato grato, amable y tranquilo; su diálogo era muy cálido y pausado; simultáneamente de gran simpleza y mucha profundidad, sabía transmitir sus experiencias; era respetuoso de las opiniones del otro.
Obra en resina Polyester. 1Mts.x70 Cm.
Casi un año llevó buscar, seleccionar y poner en condiciones las
chapas de cobre. Luego llegó la etapa de impresión.
Gratos diálogos pude sostener con este valioso artista.
Gratos diálogos pude sostener con este valioso artista.
Dicho taller el mismo espacio que visitaba de niño, hoy está
convertido en Museo.
Muchas de las obras exhibidas pasan a mi recuerdo en
las instancias de cuando fueron pintadas.
También cuelga una de mi autoría, adquirida por Cochet en mi
primera muestra. Comentaba: “Siempre
ayudo cuando comienza un colega”.
Santiago Minturn Zerva
El pintor y grabador Santiago Minturn Zerva, era mi tío abuelo,
agradable y soñador persona; habiendo fallecido el último integrante de su
familia; logré rescatar de la casa de un pariente sus tacos xilográficos que
iban a ser inmolados en el hogar a leñas.
Material con los que pude realizar las impresiones y exhibir en
1977 la totalidad de la obra, en el Museo Castagnino de Rosario.
Por entonces su director era el arquitecto Pedro Sinópoli padre.
Por entonces su director era el arquitecto Pedro Sinópoli padre.
Gustavo Cochet estuvo presente (tenía dificultades para caminar y como la muestra era en la planta alta y el ascensor no funcionaba, lo sentaron en una silla y lo subieron por la escalera).
El discurso inaugural lo escribió Gustavo Cochet amigo de la infancia de Minturn Zerva, y fue leído por Méle Bruniard, (artista dibujante y grabadora).
El discurso inaugural lo escribió Gustavo Cochet amigo de la infancia de Minturn Zerva, y fue leído por Méle Bruniard, (artista dibujante y grabadora).
Entre los que ayudaron y apoyaron con sugerencias y
conocimientos para poder llevar a cabo la muestra fueron: Gustavo Cochet, Julián Usandizaga, (hoy un gran amigo); Méle
Bruniard, Juan Grela, Eduardo Serón, Pedro Sinópoli, Rodolfo Elizalde, Emilio Ghiglioni. Deseo destacar al gallego Moldes, uno de los ordenanzas del Museo Castagnino quien se encargaba de colgar las obras de todas las muestras, muy respetado y amigo de todos los artistas.
Un maestro es creíble cuando su enseñanza deviene de la misma
convicción y coherencia de enseñar lo que sabe realizar; y la transformación se produce a
través del aprendizaje.
Es la curiosidad el estímulo que nos conduce a conocer, y es la
experiencia la que nos hace comprender.
La solvencia de conocimientos otorga libertad. Lo que realizamos
es siempre finito, lo que imaginamos infinito.
La idea y la reflexión deben anteceder a la obra.
Son algunas de las lecciones que logré aprender de esos queridos artistas.
Son algunas de las lecciones que logré aprender de esos queridos artistas.
Posteriormente la elección de mi camino fue creer en un
ideal y caminar hacia él.
Seguramente si nos pudiéramos comunicar de un modo directo; tal vez no haríamos nada.
Seguramente si nos pudiéramos comunicar de un modo directo; tal vez no haríamos nada.
A mediados de 1974; pleno período de la Dictadura Militar;
ingresé de docente en la en la Universidad Popular de la “Escuela Constancio C.
Vigíl”, en el área de Cerámica, junto al prof. Carlos Cantore.
Allí conocí e iniciamos amistad con un grandioso grupo de
personas de la Cultura.
Época de grandes dificultades para poder reunirse, opinar y realizar
expresiones comprometidas.
Compartiendo ideas y deseos de llevar a cabo actividades
plásticas; iniciamos reuniones semanales en el “Taller 1043” ,
espacio que había pertenecido al artista Estanislao Mijalichen.
Casi todos los concurrentes conocían o habían estudiado en el
taller de Juan Grela como tal, habíamos asimilado sus lecciones: los procesos
generativos de la obra en el Dibujo y luego en el Color, el rigor del estudio y
análisis como fundamento de la misma.
Aplicábamos la estructuración compositiva basada en la sección
áurea, se otorgaba importancia al lenguaje temático y al valor plástico.
Propiciaban estudiar y rescatar del olvido a los artistas
rosarinos que el tiempo había ignorado y merecían ser rescatados.
Se valoraba el compromiso de pertenecer, decir y ver la época. El hombre no es ajeno al esquema del Mundo; las obras que en ella se consuman deben nacer por una necesidad y de sus propias circunstancias.
Algunos integrantes habían participado en el movimiento: “Tucumán Arde”.
De modo natural y espontáneo surgió la necesidad de conformar
una agrupación a la que denominamos: “Grupo
Rosario”
Integrado por los artistas: Rodolfo Elizalde, Emilio
Ghiglioni, Alberto Macchiavelli, Daniel Scheimberg, Claudio Gutiérrez, Nélida
Curvale, Celia Fontán Arnoldo Gualino.
Realizábamos una o dos reuniones semanales. Eran invitados
artistas para analizar obras, hablar sobre problemas y situaciones plásticas y
conceptuales de ese momento, algunos de los que recuerdo: Carlos Gatti, Juan
Grela y su inseparable esposa Aid Herrera, Araldo Acosta, Pablo Renzi, Verónica
Celman, el gordo Giura, Osvaldo Boglione y otros
artistas del medio.
El grupo llevó a cabo durante varios años exposiciones en
Rosario, Mar del Plata, Buenos Aires, Villa Constitución y otras ciudades,
cuando se disolvió todos continuamos en la actividad plástica y en buenas
relaciones de amistad.
Obra mural, 7 Mts X 2 Mts. en "La Bajada de los Maestros", Parque España.
Falsos modelos
Desde una visión docente observo; como las faltas de referencias constituyen desorientación.
El Arte siempre considerado como una esperanza de cambio; fue gradualmente legitimado como una moda que por un real compromiso y convertido en una mercancía cultural. Frivolizando, hacia "todo es Arte": nos conduce como "canto de sirenas", al choque contra la ignorancia.
Obstinada direccionalidad con objetivo: Desactivar el territorio sensible de las Ideas y del Pensamiento.
El Arte siempre considerado como una esperanza de cambio; fue gradualmente legitimado como una moda que por un real compromiso y convertido en una mercancía cultural. Frivolizando, hacia "todo es Arte": nos conduce como "canto de sirenas", al choque contra la ignorancia.
Obstinada direccionalidad con objetivo: Desactivar el territorio sensible de las Ideas y del Pensamiento.
Deberemos saber que el modo de entrar en algo es saliendo de uno; producirán luego las determinaciones.
Los aprendizajes exigen esfuerzo, no tienen por qué ser: alegres cómodos, fáciles, breves ni rápidos; combate contra una teoría que produce muchas víctimas.
Sin creatividad y sueños sensibles no hay poética ni metáforas.
Para poder valernos de la lectura y escritura debimos utilizar un aprendizaje; sistema que parece haber caído en desuso para el Arte.
Se ha demostrado que no es necesario para que cualquiera pueda hacer Arte y considerado Artista. La "Expresión Creadora Infantil", es para el niño no para el adulto.
No olvido y aplico la reflexiva frase de Jaime Barylco: "Cuando todo tiene valor nada vale".
¿Como lograr hacer comprensible algo, cuando quien debe comprender, carecen de los conocimientos específicos?; o mandos sin límites éticos que impulsan caminos sin destino?
De mi convicción
El Hombre, la Materia y el
Lenguaje dispuestos como una unidad para relacionarse y entenderse.
Curiosa y efectiva amalgama
de Vida y Arte; un alfabeto plástico para comunicar, significar y transformar
la realidad a través de metáforas visuales.
Lamentablemente a la imagen
se le enredó la palabra, razón por la cual se dificultan las lecturas de
algunas obras.
Para construir un objeto
plástico no existen recetas, fórmulas, ni ecuaciones; tampoco hay respuestas
finales a las grandes preguntas. La obra es hazaña de libertad sin
condicionamientos, a ella accedemos a través de los sentidos. Todo es
expresión, cuando se dice algo sintiendo.
La falta de talento, es la
ausencia de búsqueda. ¿La muerte del Arte o la muerte de las Ideas?
Lo costoso es la idea,
accedemos a través de la búsqueda; es como un trébol de cuatro hojas; alguna
vez se encuentra.
Posteriormente lograr
convertir en forma plástica a una idea.
“La vida es un Oficio, la imaginación un Arte”. Hoy el mal del arte es la
vulgaridad.
A veces percibo que camino en
los límites, y esto pone a muchos en tu contra
y pocos a favor; pero lo indefinido no es lo mío. Solo los peces muertos
navegan a favor de la corriente.
Al igual que la parábola de
la Vida el Hombre realiza proyectos que se transforman en obras y a su vez el
tiempo convertirá en ruinas.
(Fragmento
de texto para Catálogo que redacté en Julio del 2008)