Nacido en 1934, en Presidencia Roque Sáenz Peña,
Provincia del Chaco, Argentina. Sus padres dedicados a las tareas agrícolas.
Comenzó estudios de abogacía y en la ciudad de Santa Fe
que abandonó y adquirió nociones de fotografía.
Como recurso económico, realizaba fotos carnet.
Se mudó a Villaguay en Entre Ríos, donde aprendió
técnicas con el fotógrafo Enrique Fabra.
En Villaguay logró sus primeros premios. Luego exhibió en
Buenos Aires y comenzó a enviar sus creaciones a exposiciones y salones.
En 1966, obtiene el Primer Premio en un concurso de
fotografías organizado por “Mundo Hispano”, revista madrileña; con temática
costumbristas gauchescas de Argentina.
Al año siguiente obtiene en el Festival Cinematográfico
de Cannes, el segundo premio.
Primer Premio Bienal de la Fotografía de Monza; en
Italia, Johannesburgo, Londres, Turín y Reims.
En 1969 ganó primeros premios en Australia, Austria,
Inglaterra, Francia, Italia y España. Está entre los artistas de la fotográfia
que más premiaciones obtuvo.
Ejerció la dirección del el “Instituto Superior de Arte Fotográfico”; de Buenos Aires,
inaugurado en 1981.
Falleció en Buenos Aires en 1986.
Obras:
Fotógrafo de alta sensibilidad; contribuyó a rescatar las
vivencias comunes y simples de los seres humanos.
Supo transmitir a través con imágenes sus expresiones y sentimientos,
logrando un carácter particular y personal, fácilmente reconocibles.
Desde su sensibilidad expresiva, creó un lenguaje
fotográfico vigoroso, de alta claridad conceptual.
Creativamente aplica una variada gama de situaciones temático-expresivas,
que alcanzan los oscuros márgenes del dolor y la tragedia hacia el desborde luminoso
de la vida y alegría.
Una de sus características procedimentales está basado en
los principios lumínicos del Barroco:
Enfatiza con acentos de luz la figura; contrastada sobre fondo oscuro. Un
recurso pictórico con los principios del Barroco, llegando a ser prácticamente,
su marca registrada.
Desarrolló una original y variada temática, gran capacidad
plástica y una apropiada utilización de lenguajes expresivos sin efectismos.
Sus imágenes alcanzan gran claridad expresiva: obras de amor, realismo o crudeza; logran
facilmente la comprensión sin textos explicativos; genuinas obras de arte.
Pone de manifiesto excelentes dotes y conocimientos de la
fotografía tanto en los procedimientos de laboratorio, como los conceptos
espaciales, morfológicos y compositivos.
La fotografía por entonces no poseía el soporte tecnológico
digital actual; luego del registro creativo temático; recorría diferentes
etapas; y cada una exigía de conocimientos y experiencia: el mundo de la luz y la óptica y finalmente la química del
laboratorio.
Se lo sigue considerando uno de los diez mejores
fotógrafos del Mundo.
Artículo:
Arnoldo Gualino
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