LIN YUTANG.
Pensador y
escritor chino
- Si no puedes vivir una
vida bella, debes soñarla.
vida bella, debes soñarla.
- El máximo de poder es la iniciación de la decadencia.
- Un hombre educado es el que tiene los amores y los odios
juntos.
- La sabiduría de vivir consiste en eliminar lo que no es
indispensable.
- El hombre superior ama su alma; el hombre inferior ama su
propiedad.
- Los que son sabios, poco hablan; y los que hablan mucho, son
poco
sabios.
sabios.
- Vive como si no fueras a morir nunca, actúa como si fueras a
morir
mañana.
mañana.
- La mitad de la belleza depende del paisaje y la otra mitad del
hombre
que la mira.
que la mira.
- En esta vida hay lágrimas, y lo que importa, después de todo,
es ante
que lloramos.
que lloramos.
- Nuestras vidas no están en manos de los dioses, sino en manos
de
nuestros cocineros.
nuestros cocineros.
- El humor es parte de la vida y en consecuencia no debe ser
excluido, ni
aun de la literatura seria.
aun de la literatura seria.
- La vida está compuesta de insignificancias; el año de
instantes y las
montañas de granos de arena. Por lo tanto no subestimes nada, por
pequeño que te parezca.
montañas de granos de arena. Por lo tanto no subestimes nada, por
pequeño que te parezca.
- Hay dos maneras de difundir la luz; ser la lámpara que la
emite, o el
espejo que la refleja.
espejo que la refleja.
- Encontramos la felicidad luchando en el medio de una rabiosa
tormenta,
no tocando el laúd a la luz de la luna, o recitando poesías en medio de la
flores.
no tocando el laúd a la luz de la luna, o recitando poesías en medio de la
flores.
- No hay condición tan baja que no tenga esperanzas, ni ninguna
tan alta
que no inspire temor.
que no inspire temor.
- Perdonamos a los grandes del mundo porque han muerto; pero en
vida
son imperdonables.
son imperdonables.
- Los libros no deben clasificarse nunca. Clasificarlos es una
ciencia, pero
no clasificarlos es un arte.
no clasificarlos es un arte.
- “Quiero algunos buenos amigos que sean tan familiares como la
vida misma; amigos con los que no haya necesidad de ser cortés y que me cuenten
todas sus dificultades, las matrimoniales y las demás; amigos capaces de citar
a Aristóteles y de contar cuentos subidos de color; amigos que sean
espiritualmente ricos y que puedan hablar de obscenidades y de filosofía con el
mismo candor; amigos que tengan aficiones y opiniones definidas sobre las
cosas, que tengan sus creencias y respeten las mías”.
Sus obras y traducciones de textos clásicos chinos fueron muy
populares en Occidente.
Estudió en la universidad de Shanghái, fue becado a la
Universidad de Harvard; pronto abandonó para irse a Francia y finalmente a
Alemania, donde se doctoró por la Universidad de Leipzig.
De 1923 a
1926 enseñó literatura inglesa en la universidad de Pekín.
Desarrolló un nuevo sistema para escribir chino con caracteres
latinos y una nueva forma de indexar los caracteres del chino.
Fue un gran activista para la expansión de la literatura china
en Occidente.
Mi país y mi gente (1935); La importancia de vivir (1937), Entre
las lágrimas y la risa 1943), La teoría china del Arte (1967), Momento en Pekín
(1939); La puerta bermellón (1953), Diccionario de chino moderno (1973).
Selección: Arnoldo
Gualino
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